El trío para arpa, viola y flauta es una forma que, probablemente, surge en el impresionismo. Por eso esta compilación de cuatro, toma como referencia, y apertura del disco (titulado Farbenspiel, algo así como “Juego de colores”) el de Debussy. Una forma de ordenar la grabación peligrosa, por lo complicado que resulta mejorar la calidad de esta pequeña joya del francés. De ahí el mérito de Gramola y del Trío Partout en conseguir mantener el interés del oyente en las sucesivas obras. 

Entre las novedades, sin duda destaca el Trío del austriaco Johannes Maria Staud (n. 1974). Una breve e intensa joya que, bebiendo del espíritu impresionista, elabora un lenguaje propio asombrosamente adaptado a la forma elegida. Ya sabíamos de la belleza innegable del Trío de Bax. Solo destacar la maestría en la ejecución de nuestros intérpretes. Quedando para el final el interesante pero, sin duda, menos atractivo Trío de Harald Genzmer (1909-2007), ejemplo de las corrientes alemanas de la posguerra que trataron, al margen de su talento individual, de permanecer como bastión de la tradición ante el aplastamiento inexorable que estaban produciendo las vanguardias serialistas en su país. Un ejemplo más de como Gramola elabora programas, en base a ideas simples, con resultados más que destacables. Y, como siempre, con la envoltura de un sonido de máxima calidad en la grabación.

Juan Berberana