Obras de TCHAIKOVSKY (Conc. piano n. 1), RACHMANINOV (Conc. piano n. 2) y BEETHOVEN (Son. piano n. 4 Op. 7). St. Petersburg State Symphony Orchestra / Vladimir Lande.
Naxos, 2.110284 (DVD)
Naxos apuesta por el DVD 4000
Además de estos dos DVDs de Tianwa Yang y Eldar Nebolsin, dos de los jóvenes músicos más encumbrados del sello blanco de las columnas, Naxos ha editado otra colección de cuatro DVDs dedicados a la All Star Orchestra, conjunto surgido de la suma de los mejores instrumentistas de destacadísimas orquestas norteamericanas (Cleveland, Philadelphia, New York, etc.), dirigida por Gerard Schwarz, otro habitual del sello, en un total de ocho programas distribuidos cada dos en un DVD. Sin duda, aunque aún Naxos no tiene mucha presencia en el mercado audiovisual, este primer paso es una buena apuesta de futuro para la combinación de imágenes y audio con alta calidad técnica.
El sensacional pianista residente en Madrid y profesor de la Escuela Superior de Música Reina Sofía (fue portada de RITMO en septiembre de 2011) prosigue por la misma senda del DVD anterior: dos súper Conciertos más un bonus donde despliega todo su talento. Es el caso de una extraordinaria interpretación de la Sonata para piano en mi bemol mayor Op. 7 de Beethoven, grabada, como todo el resto del programa, en junio de 2011, en los mismos espacios que Tianwa Yang. Nebolsin, con una belleza sonora ideal para el tormentoso mundo beethoveniano, reproduce con exactitud la dinámica tan contrastante de la obra. Amasa una atmósfera sonora bellísima, desplegada con una inteligencia de quien ha dormido durante años con la obra rondándole la mente. Excepcional el Allegro inicial, que toma forma como gran elemento nuclear de la obra, mientras el Largo que le sigue, a modo de contrapunto y simetría, es un prodigio expresivo. Los dos movimientos finales, de un contagioso empuje rítmico, ponen fin a una interpretación módelica moderna de una obra maestra, como sus treinta y una hermanas.
La extraña acústica de la Capilla de la Corte, demasiado reverberante, o al menos los micros la han captado de esta forma, raramente encuentra un plano equilibrado entre el piano y la orquesta, que incómodamente suena en el Segundo Concierto de Rachmaninov, compositor del que Nebolsin nos ha dejado discos excelentes (Preludios). Sin excesivo uso de pedal, la claridad del pianismo de Nebolsin es proverbial, escuchándose cada una de las notas, aunque la frondosidad del sonido de Rachmaninov no termina de palparse en su plenitud, todo por una extraña concepción sonora de Vladimir Lande, que acierta mucho más en Tchaikovsky, interpretación muy rotunda y absoluta exhibición maestra del pianista, que ha madurado la obra de forma magistral (todo el cierre del Allegro inicial es sensacional). La Orquesta Sinfónica Estatal de San Petersburgo, sin ser una delicia, cumple y especialmente se luce en este Tchaikovsky, donde los tres responsables rayan a gran altura.
tráiler: www.youtube.com/watch?v=e2pPmhK2o-4
Gonzalo Pérez Chamorro