Según la opinión, entre otros, del musicólogo francés Jean-Victor Hocquard (1910-1995), las Sinfonías ns. 39 KV 543, 40 KV 550 y 41 KV 551, de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), completadas respectivamente el 26 de junio, el 25 de julio y el 10 de agosto de 1788, forman una trilogía, un “testamento sinfónico” en conjunto, que viene a significar el triunfo sobre las miserias de la vida. Abundando en tal teoría y para resaltar esta coherencia interna como un todo que se va enlazando con naturalidad, la Sinfonía n. 40 se repite en cada uno de los CD, completándose el primero con la Música Fúnebre Masónica KV 477, para poner de manifiesto igualmente la comunión de estas obras con los postulados estéticos de esa sociedad secreta.

Impresionante interpretación historicista la de Jordi Savall al frente del Concierto de las Naciones con instrumentos de época, en especial en la Sinfonía en sol menor KV 550, en la que se recalca todo cuanto tiene de desasosegante, atribulado, revolucionario e incluso “distópico” que tiene esta música, con la que Mozart parece profetizar el fin de Antiguo Régimen, el principio de cuya caída se iniciaría apenas un año después. 

Por tratarse de una versión historicista, se echa en falta la presencia de un clavicémbalo en el conjunto instrumental, según la práctica interpretativa habitual de la época.

Salustio Alvarado