En la tradición musical occidental nos hemos olvidado de las mujeres y de su contribución a la Historia de la Música durante siglos. No obstante, muchísimo más grave ha sido nuestro descuido, abandono y nuestra falta de interés por las compositoras más allá del continente europeo. En este sentido, proyectos como el de Antonio Oyarzábal nos acercan a esa riqueza sonora que bien merecería tener más representación encima de los escenarios transoceánicos.

Si bien el pianista vasco nos ofreció en su anterior trabajo, La muse oubliée, música de autoras europeas y norteamericanas, en El Fin del Silencio nos presenta obras de una veintena de compositoras de América Latina de los siglos XIX y XX. Habría que destacar la complejidad de reunir tantas y tan variadas piezas en un solo álbum, pero Oyarzábal ya ha demostrado tener la capacidad y el talento para interpretar con soltura un repertorio así de diverso y fascinante.

Esta compilación refleja el conocimiento y virtuosismo que la mayoría de las propias creadoras tenían sobre el piano. Escuchar todas ellas en una interpretación tan minuciosa es un ejercicio delicioso para el oyente, pero especial interés presentan las miniaturas Dos trozos (1929), de la compositora chilena María Luisa Sepúlveda, por la descripción musical del afilador en su primer movimiento. Asimismo, resulta inevitable sumergirse en el aura melancólica de los Días de lluvia (1980), de la compositora mexicana Graciela Agudelo. Desde luego esta es una grabación meticulosa que esperemos sirva para visibilizar y reivindicar a las creadoras latinoamericanas en nuestro continente.

Sakira Ventura