Rusalka no se estrenó en Reino Unido hasta 1950, y hubo que esperar hasta 1983 para una producción que arraigara. Por aquí tampoco somos tan conocedores de este título (esperemos que ahora sí, con este DVD y con la producción que el Teatro Real subió a escena el pasado mes de noviembre), excepto la famosa Aria de la luna, y del resto de la producción de Dvorák, otros 9 títulos, mejor ni nombrarlos. Ya cuando se estrena en 1901 va a la contra de la corriente verista que arrasaba también Praga con este cuento de hadas que tiene una carga de profundidad de ideas mayor de la otorgada.

En cualquier caso, su música es tan bella que hasta la dificultad del idioma checo se puede superar, y aún más con el excelso elenco aquí presentado, con una magnífica Sally Matthews como Rusalka y un tenor que, limando algún desajuste, podría ser un buen tenor lírico, Evan Leroy Johnson como Príncipe. Frente a tanto disparate escénico al que algunos registas nos han acostumbrado, la imaginación al servicio de la música de Melly Still sin cambiar ni el tiempo ni el espacio del cuento de Kvapil, es un alivio, además de un tremendo impacto visual (solo por ver la recreación del mundo subacuático ya merece la pena la visualización). 

El joven Ticciati detalla todo el entramado motívico y tímbrico de un Dvorák en plenos poderes creativos en esta representación del 7 de agosto de 2019 del Festival de Glyndebourne.

Jerónimo Marín