A poco de comenzar el disco, en el que los a priori se cuelan aunque uno no quiera, se adueña del oyente una música maravillosa. Los Preludios Vascos de Aita Donostia son una de las más sorprendentes músicas para piano que quedaban por situar en el lugar que se merecían. Pensábamos que estaban, sabíamos que existían, pero sospechábamos que su poca presencia se debía a eso que ustedes están pensando, a que eran una música discreta, cuando no inferior. Esta interpretación de Josu Okiñena, que se ha convertido en el intérprete actual más importante en la obra de José Gonzalo Zulaika (Padre-Aita Donostia, 1886-1956), además de ser espléndida (Preludios ns. 3 y 4 realmente soberbios, de una gran inteligencia interpretativa pianística), es el “rescate” y descubrimiento pianístico del año. La música de Donostia fluye del folclore vasco, eso es evidente, pero fluye menos de lo que se piensa, ya que sus principales influencias provienen de Europa, de la mejor música pianística, del impresionismo, de Schumann y principalmente de Grieg. Es tal la conexión con las Piezas Líricas del noruego que cualquiera, al escucharlas, las identificaría con una de ellas. Fantástica música, tanto las ensoñadoras piezas lentas (que delicia la naturalidad que transmiten) como las más ágiles. Una diana memorable.

Gonzalo Pérez Chamorro