Almudena Ortega, soprano; Josu Okiñena, piano
Warner 5310500752 (4CDs)
POR FIN LA INTEGRAL DE CANCIONES DEL PADRE DONOSTIA
Hay proyectos musicales que son dignos de admiración. Pero, además, como ocurre con esta primera integral de las canciones del Padre Donostia (Aita Donostia, 1886-1956), llegan a provocarnos una sana (o habría que decir indignada) envidia. La grabación de estas 137 canciones se inició en el año 2003, lo que nos hace pensar en un proyecto de larguísima duración y profundo compromiso. Y hablo de envidia, al ver que uno de los responsables de tal éxito ha sido la Obra Social de las Cajas Vascas. Entenderán mi comentario cuando, en estos días de tribulación financiera, nos enteramos de que el equivalente de Caja Madrid, BanCaja, Caja Rioja, Segovia y Canarias, prácticamente desaparecerá del panorama cultural (y asistencial) español… para siempre. Suerte para unos, desierto sin esperanza para otros. Disculpen la reflexión. La edición, como explica su “alma mater”, el extrovertido y fantástico pianista/musicólogo Josu Okiñena, se divide en los cuatro tipos de canciones, que este singular compositor post-nacionalista desarrolló a lo largo de su carrera: canciones folclóricas puras (meras transcripciones para voz y piano de canciones folclóricas, en muchos casos transcritas desde el cantar popular directo), canciones folclóricas elaboradas, canciones propias del autor y canciones de objetivo pedagógico. Sin duda los tres primeros grupos son los más interesantes para el aficionado no especialista (y ocupan los tres primeros CDs de la edición: el primero más centrado en las obras de autor y el segundo en las canciones folclóricas elaboradas). El joven Donostia sintió, como otros autores de su tiempo (quizás los más asimilables pudieron ser Bartók o Kodály), un interés apasionado por el folclore (vasco, por supuesto, pero también catalán e incluso sefardí), lo que le lleva a esta doble modalidad de trascripción. He de decir que, en la mayoría de los casos, es muy complicado distinguir canciones de mera trascripción de aquellas que cuentan con armonizaciones y recreaciones adicionales pero, en cualquiera de los dos grupos, el autor deja intactos los elementos de frescura, ritmos pegadizos, y melancolía de la mayoría de estas canciones populares. Es decir, se logra el objetivo creativo, en absoluta plenitud. En el grupo de canciones de autor nos encontramos de todo pero, fundamentalmente, al Donostia parisino. Lleno de influencias francesas, sobre todo del cromatismo impresionista, que en aquellos años de juventud era lo que más atraía a los compositores españoles que cruzaban los Pirineos. En conjunto una integral absolutamente imprescindible, pero no solo desde la perspectiva de la recuperación musicología o folclórica, sino también para aquellos que quieran disfrutar de un corpus de canciones realmente atractivo e inédito. Sobresaliente para Josu Okiñena, y para su compañera la soprano Almudena Ortega. Ambos muestran una entrega y entusiasmo (cómo nos hipnotizaron, en la presentación del disco que realizó la Warner en el Teatro de la Zarzuela) admirables, al que acompañan con una preciosista adaptación estilística a todos los registros de las canciones. Enhorabuena.
JB