Casi treinta años después de presentarla en la misma ciudad (no el mismo escenario, pues en este caso es el Teatro Sociale y entonces fue el Donizetti), el público de Bérgamo pudo de nuevo asistir a la primera y más infrecuente de las cuatro óperas tudor de su paisano compositor, Il Castello di Kenilworth, en una sobria pero teatral y estudiada puesta en escena de la española María Pilar Pérez Aspa. 

Con una música de calidad en la que los números de conjunto tienen una gran carga dramática, en líneas generales el cuarteto protagonista hace justicia a la partitura, empezando por una inspirada y muy elegante Jessica Pratt, que conoce bien los resortes estilísticos del belcanto. Su Elisabetta está muy estudiada y su dominio técnico le permite brillar en la escena final. A su lado, de acentos más melancólicos, la Amelia de Carmela Remigio y un espléndido Xabier Anduaga (flamante y reciente ganador del Concurso Operalia) como Leicester, que, aun sin escena solista, consigue destacar por su arrebatador timbre y su entrega. El tenor Stefan Pop es asimismo un digno Warney que con mimbres más oscuros supera con nota su aria del segundo acto. Honesta la dirección musical, sin artificios y muy teatral, de Riccardo Frizza, sacando de la orquesta titular del festival Donizetti un espléndido sonido.

Pedro Coco Jiménez