Con esta y las últimas propuestas de Dynamic procedentes del Festival Donizetti de Bérgamo, ciudad natal del compositor, se pone de manifiesto la buena salud de un certamen que cada año va proponiendo sus títulos más infrecuentes, con cuidados repartos y puestas en escena, como es este caso. De la primera ópera representada de Donizetti, que no la primera que concibió (esta fue Il Pigmalione) no hay muchas opciones para el discófilo, y menos en el plano visual, por lo que es de agradecer una nueva propuesta que Silvia Paoli, directora de escena, sitúa en la época de su estreno en Venecia, echando mano del recurrente ambiente teatral sobre las tablas.

Del reparto, destaca el bello timbre y el elegante fraseo de Anna Bonitatibus, que como protagonista tiene no pocos momentos de lucimiento resueltos inteligentemente; a su lado, una experta en el belcanto como Sonia Ganassi, un ascendente Levy Sekgapane, muy cómodo en el registro más agudo y de instrumento ágil y preciso, y el sólido Luca Tittoto como simpático Gilberto. 

Con una orquesta de gran recorrido en el repertorio barroco italiano, bajo las órdenes del siempre atento e inquieto Alessandro De Marchi, se suma vitalidad y precisión a unas interpretaciones por lo general admirables.

Pedro Coco Jiménez