ENTRE DOS CONTINENTES

Aaron Copland y Hector Berlioz protagonizan nuevos registros del gran maestro Leonard Slatkin en Naxos. Grabados en 2014, ambos exponen la ingente labor del infatigable director frente a la Detroit Symphony Orchestra y la Orchestre National de Lyon, como ya hemos ido reseñando en RITMO en los últimos años.

Los ballets completos Grohg y Billy the Kid conforman el primer CD. Grohg (Ballet en un acto y obra precoz) fue escrito en 1927 en Paris, influido por el Nosferatu de Murnau. La versión de Slatkin resalta por el gran empuje rítmico, los naturales cambios de tempo, sus logradas atmósferas o los muy balanceados crescendi y tutti presentes en sus seis números sin pausa. Traducción impecable y de referencia para esta exuberante obra del genio de Brooklyn. La grabación de Billy the Kid completa este registro discográfico. Estrenado en 1939 en su versión orquestal, está considerado como el primer ballet “americano” en estilo, forma y contenido. Los temas populares son tratados por Copland con simplicidad y sofisticación. Slatkin bucea con total naturalidad en este particular imaginario sonoro, captando toda su esencia mediante una interpretación de intensa energía motriz y rica paleta tímbrica, tan equilibrada y cristalina como la propia escritura exhibida por el autor. La DSO muestra sus mejores cualidades en las maderas, metales y la percusión, muy bien cohesionadas por su sección de cuerdas. 

Juan Manuel Ruiz