Desde 2008 la Filarmónica de Viena celebra un concierto popular, para dar la bienvenida al verano, en los jardines del Schönbrunn. Sony Classical lo publica a pocas fechas de su celebración (el pasado 16 de junio), en formato acústico (CD, descarga digital o streaming) y visual (DVD y Blu-ray). Para esta ocasión la orquesta vienesa eligió a Andris Nelsons como director. Las grabaciones de este tipo de eventos suelen tener dos problemas: la toma de sonido (al ser al aire libre) y la elección del programa, que suele pecar de cierta trivialidad. Sony y, sobre todo, Nelsons, resuelven ambos factores de manera excepcional. El sonido, sin ser óptimo, es magnífico, permitiendo disfrutar una centuria vienesa totalmente entregada.

El programa está resuelto de manera intachable. Dando paso a las típicas piezas que no pueden faltar en este tipo de concierto (Obertura Leonora n. 3 o una de Rossini…), nos permite disfrutar igualmente del Primer Concierto para chelo de Saint-Saëns en una versión de referencia, donde Capuçon demuestra su imbatibilidad. Pero Nelsons nos trae novedades que mezclan el interés musical con la perfecta adaptación al ambiente festivo. Es el caso de los dos estrenos: el Tango del letón Arturs Maskats y el Vals del ucraniano Mykola Lysenko. Dos piezas bellísimas, donde Nelsons se vuelca con la emotividad requerida. Nelsons no se deja llevar por el ambiente y obtiene de la orquesta precisión y pasión al mismo tiempo. Imbatible, como lo está siendo en sus conciertos de Año Nuevo. De hecho, culmina el programa con el vals Sangre Vienesa, de antología. Una delicia de concierto. Más que recomendable.

Juan Berberana