Grupo de Música Alfonso X el Sabio
Luis Lozano Virumbrales.
Sony, 88765408322 (CD)
Codex Calixtinus, un tesoro recuperado
El Códice Calixtino fue robado misteriosamente de la Catedral de Santiago de Compostela en julio de 2011. A modo de novela policíaca, medios de comunicación nacionales e internacionales narraban ávidamente la evolución del proceso investigador. Un año después, la obra fue localizada y el ladrón detenido. Mucho se habló en ese periodo de su valor documental. Es un manuscrito redactado a mediados del siglo XII, de origen probablemente francés y atribuido por tradición al papa Calixto II. Pese a que actualmente está encuadernado en un solo tomo, se compone de cinco libros y dos apéndices. A las piezas monódicas que alberga, para oficios y misas, se suman 22 obras a dos o tres voces (fundamentalmente Conducta y Organa con influencia de la Escuela de París). Configuran las primeras manifestaciones de música polifónica en la Península Ibérica.
El resurgimiento a luz pública del Códice Calixtino ha traído consecuencias tangenciales muy positivas. Por ejemplo, Sony Music decidió reeditar el álbum grabado, en 1997, por Luis Lozano Virumbrales y su Grupo de Música Alfonso X el Sabio: Codex Calixtinus – Missa Sancti Jacobi. El disco se hallaba descatalogado desde hace años para disgusto de los amantes de este periodo. La propuesta de Lozano es atrevida a la vez que sugerente, aunque la principal característica radica en su valor musicológico. El organista, altamente especializado en reconstrucciones litúrgicas, realizó su propia transcripción y una posible versión de la Missa Sancti Jacobi. En este caso, se basó en su dilatada experiencia para completar algunas partes de la misa con extractos de otros manuscritos que, siendo de la misma época, no se encuentran en el códice. El resultado es un imaginativo y contrastado compendio de piezas monódicas y polifónicas.
Cabe destacar la línea del canto de las voces masculinas, quienes muestran con elegancia un timbre muy cuidado, sobre todo, en la monodia. La apuesta de Lozano en la instrumentación resulta equilibrada en relación con las voces ya que conforma un colchón melódico muy dinámico y, a su vez, confortable para la escucha. Hay que recordar que el acompañamiento musical, en este tipo de piezas, no solía aparecer especificado aunque sí se tiene constancia de su participación en la liturgia. De ahí, que cada instrumentación resulte una pura apuesta personal. La reedición de este disco ha sido un regalo para todos los interesados en conocer los tesoros que el Códice Calixtino alberga y, sobre todo, para los melómanos que no tuvieron la oportunidad de hacerse con este álbum en su momento.
D.A.