Teresa Carreño (Caracas, 1853-Nueva York, 1917), fue una dama del piano, una mujer que componía y se sentaba a un piano reservado para “galanes”, actividad en la que tuvo que despertar muchas controversias, aunque su marcha a Estados Unidos y posteriormente a Europa mejoró su posición como mujer compositora y pianista, ya que llegó a tocar en la Casa Blanca ante Abraham Lincoln, entre otros acontecimientos destacados. Este disco de Alexandra Oehler, grabado en Leipzig en 2013, nos muestra la encantadora música de Mme. Carreño, de mecedores ritmos ternarios, muy influida por Chopin y Liszt (Caprice-Etude n. 1 Op. 4), además de su profesor Gottschalk (se incluye el Vals Gottschalk Op. 1), estimulante en su contenido poético y expresivo. Es aquí donde el piano de Carreño tiene peso, las melodías fluyen con belleza, adornadas con sugerentes trinos y delicadas escalas, y es donde la intérprete luce un muy bello fraseo y un dulce legato, amén de profundizar con sentido en piezas de hondo sentimiento, como el Reverie-Impromptu Op. 3, la Marcha fúnebre Op. 11 o la bella Souvenirs de mon pays Op. 10. No hay mucha discografía de la obra de Carreño (Oeher ya había grabado un monográfico en Ars Musici en 1999), siendo además muchas de estas primeras grabaciones mundiales. Disco con sentido y muy bien tocado.

Gonzalo Pérez Chamorro