André Caplet (1878-1925) es conocido en la historia de la música por haber ayudado a Debussy en algunas orquestaciones, aunque fue también director de orquesta reconocido (Boston Opera, Paris Opera) y poco valorado como compositor. Le miroir de Jésus, para mezzosoprano, coro y orquesta de cuerda con arpa, escrita y estrenada en 1923, es su mejor obra, y quizá podríamos afirmar que es una auténtica joya oculta, por lo que esta grabación es más que pertinente. Basada en poemas de Henri Ghéon, trata de los momentos más importantes de la vida de Jesús, pero desde la perspectiva de la Virgen María (mezzosoprano).

Se divide en tres partes, cada una con su preludio y sus cinco misterios. El estilo de la escritura va más allá del impresionismo de altos vuelos que Caplet conocía de primera mano por su relación con Debussy, al que añade ecos de polifonía medieval, modos eclesiásticos y melodías gregorianas con una paleta de color propia del siglo XX.

La versión de Arman, con su bien entrenado Coro de la Radio de Baviera, es sobresaliente, con una fineza de equilibrio en las armonías a tres voces que preceden cada misterio, y evitando la morosidad en la ejecución de los casi recitativos de la escritura para solista. El disco viene con un énfasis gráfico en la portada del año 1923, que se refiere no solamente al año de estreno de esta obra, que es el testamento espiritual de Caplet y muestra de su talento, sino también homenaje al centenario aproximado del nacimiento de la época de la radio en Berlín, en aquellos felices y caóticos años veinte, tan similares a lo que están siendo nuestros años veinte.

Jerónimo Marín