Göteborg Baroque / Magnus Kjellson.
Proprius PRCD2095 (CD)
Cálida luz del norte
Se cuenta siempre la misma anécdota de Bach y Buxtehude: cómo Johann Sebastian recorrió a pie los 400 km que lo distanciaban de Lübeck para escuchar a Dieterich Buxtehude, organista del célebre templo Marienkirche. Esta historia ha servido como marco para encuadrar a Buxtehude como precursor de Bach y anclar la música de ambos dentro del germanismo barroco. Habría que matizar que el danés Dieterich Buxtehude (no el alemán Dietrich), fue organista en la ciudad portuaria danesa de Helsingør antes que en Lübeck, y que su vida musical transcurrió entre Dinamarca, Suecia y Alemania.
La patria de Nielsen y Langgaard es fértil en cuanto a la producción de compositores de espíritu independiente, rebeldes en lo referente a las tradiciones musicales, a veces excéntricos, y Buxtehude es un ejemplo de ello. A la libertad del stylus fantasticus del órgano de Buxtehude, muy personal y de gusto libérrimo, se une una melodía vocal apasionada, carnal y extrovertida, en la estela de Monteverdi.
Esta necesaria introducción sirve para presentar la grabación fonográfica de Membra Jesu Nostri a cargo de Göteborg Baroque y Magnus Kjellson, conjunto danés que aborda la colección de las 7 cantatas de Buxtehude con un duende y una vivacidad próximos a ese calor mediterráneo que emana de Gesualdo, Monteverdi o Marenzio. Aunque se publica en 2025, la grabación se llevó a cabo en 2019 en la iglesia sueca de Årstads kyrka. Respecto a lo ya registrado, habíamos podido comprobar a través de vídeos de 2021 cómo Kjellson y el Göteborg Baroque enfocan Membra Jesu Nostri hacia la energía y nitidez de la tradición italiana, pues así pronuncian el texto latino los cantantes de este ensemble, siguiendo la costumbre de cómo se articulaba el latín en la corte de Estocolmo en el siglo XVII (recordemos que las canciones estróficas de Buxtehude están dedicadas a su amigo sueco Gustav Düben).
El ciclo vocal más célebre de Buxtehude (sin duda alguna, una de las obras más relevantes de la historia de la música sacra de cualquier época) disfruta de una variada discografía, aunque no tantas versiones lo han enfocado en esa dirección: cantatas de expresión libre, arias unas veces templadas y otras ardientes, con disonancias y pasajes cromáticos muy sensuales. Esa luz a la vez fría y cálida (procedente de tierras nórdicas, pero con ascendencia mediterránea) también se encuentra en la Jove Capella Reial de Catalunya con Lluís Vilamajó (Monestir de Santes Creus, 2024, Festival Jordi Savall, ojalá que algún día en disco) o en los CD del Bach Collegium Japan con Masaaki Suzuki (Bis Records) y la Accademia Instrumentale Italiana de Verona con Diego Fasolis (Naxos), por citar algunos ejemplos.
Magníficas las violas de gamba que Buxtehude introdujo en lugar de los violines en la sexta parte lacerada del cuerpo (Ad Cor). Un corazón tan erótico como el de los versos de Juan de Yepes (demasiado voluptuoso como para llamarlo San Juan de la Cruz).
Daniel Pérez Navarro