Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks / Lorin Maazel, Mariss Jansons, Bernard Haitink y Herbert Blomstedt
Br-Klassik 900716 (9 CD)
LAS CUATRO CARAS DE UN BRUCKNER POLIÉDRICO
La nueva edición de las nueve Sinfonías de Anton Bruckner, por Br-Klassik, nos presenta un variado y rico recorrido a través del sinfonismo romántico tardío del genio de Ansfelden. Teniendo en común, como medio interpretativo y en todos los registros, a la prestigiosa Symphonierorchester des Bayerischen Rundfunks, la edición se torna en un verdadero legado artístico que toma como referente al complejo, denso y dilatado repertorio sinfónico bruckneriano para dejar patente sus virtudes. Otra cualidad de este recopilatorio es la de que todas las grabaciones son tomas en vivo, lo que unifica notoriamente el ciclo y nos muestra el valor, respuesta y versatilidad de la formación alemana ante los distintas perspectivas de los cuatro grandes maestros especializados en Bruckner que la dirigen. A diferencia de otros monográficos, la presente edición atestigua, además, la evolución de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera durante los 18 años transcurridos entre el primer registro (de 1999) y el último (de 2017).
Lorin Maazel
Las dos primeras Sinfonías, en las ediciones Leopold Nowak de 1866 y 1877, respectivamente, están dirigidas por Lorin Maazel en 1999, cuando aún era titular de esta orquesta. Sus versiones son de una absoluta lucidez, mostrando sin fisuras cada tema, episodio y bloque sonoro. La formación, siempre equilibrada en todas sus secciones, despliega un gran lirismo en los motivos adjudicados a las cuerdas, como queda manifiesto en el Adagio de la primera o en el amplio fraseo de los chelos en los dos primeros movimientos de la segunda. Maazel afronta con firmeza y empuje rítmico los Scherzos de ambas sinfonías y resuelve, con contundencia, los Finale. Bajo su batuta todo parece fluir con naturalidad, sin caer nunca en excesos dinámicos ni recrearse gratuitamente en las pausas o ritardandi. El control y rigor mostrados son perfectamente compatibles con el lirismo y frescura que emana de estas primeras sinfonías.
Mariss Jansons exhibe otra perspectiva a la hora de afrontar este repertorio. Sus interpretaciones de la Tercera (versión 1889), la Cuarta (versión 1878-1880), la Séptima (versión 1881-1883) y la Octava (versión de 1890) presentan rasgos comunes: un sentido refinado de los matices, sutiles cambios dinámicos, canto expresivo en las cuerdas e instrumentos de viento solista y claridad expositiva de la polifonía. Todo ello está amalgamado con un sonido envolvente que emula a los distintos registros del órgano. Excepto en la Octava Sinfonía, donde remata con poderío los momentos culminantes, la contención en las codas y Finale nos da una visión que prima el carácter poético sobre el dramático o trágico. El ciclo sinfónico focaliza su atención en el maestro letón, con cuya dirección la orquesta alcanzó su indiscutible reconocimiento internacional.
Bernard Haitink
Con Bernard Haitink sucede justo lo contrario: sus interpretaciones de la Quinta (edición Nowak de 1875-1878) y la Sexta Sinfonía (versión 1879-81) son rotundas y colosales. La contundencia expositiva no desfigura, en ningún caso, la nitidez del entramado contrapuntístico, el amplio aliento de las frases, el vigor rítmico o la brillantez en los fragmentos corales adjudicados a los centelleantes metales. La orquesta alemana alcanza con Haitink sus más altas cotas de exigencia y virtuosismo en versiones verdaderamente explosivas de estas obras.
Finalmente, la Novena Sinfonía (versión original) dirigida por Herbert Blomstedt (no editada previamente en CD) nos ofrece otra manera de entender el cosmos bruckneriano. Los tempi propuestos en sus tres movimientos, de pulso más bien rápido, no desvirtúan nunca el carácter asertivo, grandioso o de evocador carácter elegíaco desprendido por los temas principales del Feierlich. Misterioso o del Adagio. Langsam, feierlich. La diferencia de los planos sonoros, el fluido devenir musical e inspirado fraseo son consumados por Blomstedt con resolución y energía en los sucesivos clímax de los movimientos extremos, así como de “implacable” puede ser calificada su interpretación del Scherzo de la última Sinfonía que cierra este magnífico ciclo.
El estuche incluye un libreto con un muy interesante texto del Dr. Egon Voss que, por su precisión y detalle, puede ser considerado más un ensayo que una introducción al sinfonismo bruckneriano. Aspectos múltiples, como sus influencias previas, tipos de indicaciones de carácter y movimiento, recursos rítmicos, melódicos y armónicos, la escritura por bloques, exposición con tres temas, sonido expansivo, tipo de orquestación basada en los registros del órgano, texturas utilizadas, así como una tesis propia sobre el origen de las distintas versiones de las Sinfonías, hacen de este estudio un verdadero referente que nos desvela las claves fundamentales del original estilo compositivo de Anton Bruckner.
Juan Manuel Ruiz