Isabelle Faust (violín), Alexander Melnikov (piano), Boris Faust (viola).
Symphonieorchster des Bayerischen Rundfunks / Jakub Hrusa.
Harmonia Mundi HMM902668 (CD)
Benjamin Britten completó su Concierto para violín en Quebec en 1939 y fue estrenado el año siguiente por Antonio Brosa, como solista, acompañado por la Orquesta Filarmónica de New York dirigida por John Barbirolli. El compositor, que nunca estuvo satisfecho con la interpretación en el estreno ni con su propia concepción de la obra, la revisó en varias ocasiones. Lo cierto es que este Concierto tiene, además de unas exigencias técnicas que obliga a la mayoría de los violinistas a abandonar el empeño de tocarlo, un aura misteriosa. Es una obra que suena a presagios.
La más reciente grabación de la virtuosa alemana Isabelle Faust nos ofrece su versión de esta obra y su interpretación es alucinante. Al sabido virtuosismo del que la alemana ha dado sobradas muestras en otras grabaciones, se suman la precisión y la gracia que impiden que veamos este concierto simplemente como un ejercicio de pirotecnia. A esta obra la acompañan algunas piezas de cámara de Britten, entre las que cabe destacar su famosa Suite para violin y piano, en la que toca acompañada por su compañero de otras empresas discográficas, Alexander Melnikov, con quien logra mostrar el intimismo, la calidez y el claroscuro de una partitura que debería ser un referente de los amantes de la música de cámara del siglo XX.
El joven director Jakub Hrusa, un referente en la interpretación de la música del siglo XX, dirige la Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks en esta grabación crucial para los amantes de la obra de Britten.
Juan Fernando Duarte Borrero