Glenn Gould, piano.
Sony, 88725421762. (2 CDs + DVD)
Junto con el disco seleccionado, en la crítica que sigue, se comentan otros dos discos:
THIS IS GLENN GOULD, Story of a Genius.
Glenn Gould, piano. Varios intérpretes.
Sony, 88725423932. (2 CDs)
THE SCHWARZKOPF TAPES.
Obras de R. STRAUSS.
Elisabeth Schwarzkopf, soprano.
Glenn Gould, piano.
Orq. Sca. de Toronto / Vladimir Golschmann.
Sony, 88725441362. (CD)
CANTURREANDO
A Glenn Gould, por sus aniversarios, ya dedicamos su espacio en RITMO (octubre de 2012). Ahora, su sello de toda la vida ha editado en ediciones de lujo una selección de grabaciones, por una parte una dedicada a Bach, no podía ser menos; otra dedicada a Bach y al “no Bach” (“Glenn Gould plays no Bach”) y un disco normal (sin tapas duras y lujos editoriales) con su colaboración con Elisabeth Schwarzkopf (“requerirá mucho esfuerzo arrancarla de los brazos del señor Legge”, expresó Gould, refiriéndose al intentar traer al estudio de grabación de Columbia a quien era esposa y productor por entonces de la todopoderosa Emi), que a los lieder añade una Burleska con la Sinfónica de Toronto y Vladimir Golschmann y otra Burleska que tiene como acompañamiento orquestal su inefable canturreo.
Strauss. La Burleska es maravillosa, sin caer en blandos romanticismos, matizando las capas dinámicas de manera excepcional, sonando un poco antigua, pero que transmite una verdad musical muy tangible. Los lieder cuentan con la mejor soprano straussiana de la historia, desde luego Gould no tuvo otra como esta a su lado, que gracias finalmente a unas funciones del Don Giovanni en el Met, pudieron grabar estos, solamente, seis lieder (los tres Op. 67/1, Op. 49/7, Op. 48/4 y el maravilloso Morgen). Parece ser que las grabaciones no fueron fáciles, aunque los resultados son ideales, aunque no esperen delectaciones pianísticas (Morgen). La Burleska canturreada, cosas que se les permiten solo a tipos como este.
Bach. El principal aliciente de este doble disco es que trae como regalo, así lo entiendo yo, el DVD de las Goldberg, aquella maravillosa filmación de Bruno Monsaingeon, que es no solo la más grande interpretación de la obra, también es una despedida del pianista, que poco después moriría. Cajita de lujo, repleta de fotos y toda la historia que hay entre Gould y Bach, que es mucha más, pero que por aquí es un buen comienzo.
Bach y “no Bach”. Sí, más Bach, en el primer disco (principalmente fragmentos, con algunas obras completas, como la extraordinaria interpretación de la Aria variata BWV 989), de nuevo estratosférica. El “no Bach” tiene desde los “habituales” Gibbons, Schoenberg o Brahms, a rarezas como Scriabin (Op. 57), además de Beethoven (ese primer movimiento maravilloso de la Pastoral), entre otras. Musicalmente, tal vez este volumen sea menos interesante, pero la edición supera al anterior, con muchas más fotos e interesantísimos textos. De Gould, al menos yo, no me canso.
G.P.C.