Está claro que el prestigio de Beethoven se basa en la fuerza dramática de su música instrumental, y es de sobra conocido que su música vocal (coral o para solistas como en Fidelio) está fuertemente teñida de una concepto melódico instrumental, de ahí la dificultad y tirantez de sus inclementes tesituras. En cualquier caso, la hermana menor de la Misa Solemnis Op. 123, auténtico campo de batalla para Beethoven, la Misa en do mayor Op. 86, de 1807, ha sido elegantemente olvidada como obra menor en el corpus del sordo de Bonn, pero si se presta atención y se realiza una escucha atenta, se podrá entender la multitud de novedades en el tratamiento del manido texto litúrgico y el orgullo del propio autor por su criatura.

Mariss Jansons, con sus huestes bávaras, ha venido a ofrecer una versión excelente grabada en enero de 2018 en directo y que debería servir para sacar de este negligente olvido a esta obra, en absoluto una obra alimenticia de su autor. Los cuatro solistas responden a este envite con solvencia, aunque Pisaroni es barítono y hubiera sido preferible un color más de bajo. El coro de la Bayerische Rundfunk, con su actual titular Howard Arman, consigue dotar a la parte coral de toda su trascendencia. Se completa el disco con una fogosa versión de la Obertura Leonora n. 3, pero la primicia está en la Misa en do mayor Op. 86. ¿Se atreve a conocerla?

Jerónimo Marín