Nicholas Walker, piano.
Grand Piano GP864X (6 CD)
EL PIANO DEL LÍDER DE LOS CINCO
Grand Piano recopila en este estuche los seis compactos dedicados a la obra pianística de Balakirev que han ido apareciendo en el mercado a lo largo de la última década. Desde estas páginas hemos ido desgranando las individualidades de cada uno de estos registros, que comenzaron su andadura en 2013; llega ahora el momento de tomar perspectiva y valorar la integral en su conjunto. Nicholas Walker ha demostrado ser un gran conocedor del piano del líder de “Los cinco”, aportando no solo una interpretación notable sino también unas magníficas notas que arrojan mucha luz sobre la obra y su autor.
El primer volumen ya da una idea del nivel de exigencia técnica de las piezas del autor de Islamey. La Sonata en si bemol menor, o la aspiración a componer música auténticamente rusa, es la obra más destacada del conjunto, con un Walker que sortea los numerosos obstáculos de la partitura con total solvencia y manejando igual de bien los tiempos y dinámicas de los movimientos más expresivos.
La musicalidad del pianista se aprecia también en el segundo disco, donde se van alternando Valses y Nocturnos de inspiración chopiniana pero de profundo carácter ruso. La combinación de estos mundos se plasma de forma muy convincente, haciendo que las melodías vuelen a gran altura. El trabajo dinámico, en este sentido, es muy bueno, así como acertado resulta el uso del rubato, muy comedido.
El tercer compacto tiene a las mazurcas como protagonistas. Estas piezas de origen polaco poseen aquí un vivo carácter y un inconfundible color eslavo, aunque Balakirev también quiso imprimir un carácter más exótico a las obras; el intérprete nos explica con sumo detalle las reminiscencias árabes y los bellos paisajes rurales que van apareciendo.
Chopin y Liszt retornan en los tres Scherzos que vertebran el cuarto volumen, destacando un soberbio Segundo, donde Walker vuelve a poner sus magníficos dedos al servicio de la emotividad, mientras que en el quinto, Beethoven y Glinka se suman a través de las transcripciones y obras originales en las que Balakirev participó, bien aportando de su puño y letra (cadencias), o bien realizando arreglos de las mismas. Las grabaciones inéditas, presentes en otros discos, son aquí muy numerosas, haciendo de este volumen uno de los más peculiares.
Para el final, Walker nos deja la obra maestra de su autor y una de las mejores de su periodo. La fantasía oriental Islamey ha pasado a la historia como una de las piezas más difíciles de la literatura pianística, pero es mucho más que eso. El pianista, consciente de ello, nos regala una versión que, aunque no referencial, no pasa por alto ni un solo detalle pese a lo intrincado de la escritura; además, posee una grandeza sonora que no apabulla y una poesía y un poder comunicativo fuera de toda duda. Varias miniaturas y una transcripción del propio pianista del poema sinfónico Tamara completan este sexto disco, poniendo el broche de oro a una completísima integral, difícilmente mejorable.
Jordi Caturla González