“Bach no es un lenguaje, es un sentimiento y las Variaciones Goldberg son ya parte de mí, son treinta capítulos de mi vida”, afirmaba la pianista de Shanghai Zhu Xiao-Mei en un documental (DVD Accentus 20313) en el que interpretaba las Goldberg. Si se repasa la discografía (Accentus y Mirare) de la china, uno descubre perplejo que es Bach el pilar sobre el que ha edificado su testimonio discográfico. Y si repara con detenimiento, comprueba que su Bach está a la altura de los más grandes. Cómo puede ser que se nos haya pasado este derroche de humanidad interpretativa, esta colosal sabiduría bachiana ante tanto mediocre intérprete de Bach que no sabe desgranar las notas como hace esta mujer. “La polifonía nos pone voz a cada uno de nosotros… debemos escucharla para que no hablen siempre los más fuertes y poderosos”, afirmaba en aquel documental que hoy se confirma de obligado visionado para todo aquel que goce como el que escribe con unas Suites Francesas admirables, tanto desde el punto de vista expresivo, con la sutileza del adorno (la pianista pone en duda, en una entrevista incluida en el libreto, que el sobrenombre “francesas” fuera dado por Bach); sonoro, con un toque exquisito; e interpretativo, entendiendo cada obra y cada danza de manera perfecta, proponiendo tensiones y tempi coherentes e intensos, hondos y naturales. Un disco de los que hacen historia.

Gonzalo Pérez Chamorro