Es siempre un placer sumamente gratificante descubrir a un gran músico cuya existencia se desconocía. La violinista polaca Alicja Śmietana da sobradísimas muestras en este disco de ser una intérprete de enorme talento y personalidad. Formada con Christian Tetzlaff y David Takeno, miembro de la Kremerata Baltica de Gidon Kremer, la portada del disco (que aúna tipografía antigua y una cierta estética new age) podría inducir fácilmente a confusión. Ya la manera de frasear el comienzo de la primera de las Two Little Serenades de André Previn deja bien a las claras que detrás se halla un músico que sabe muy bien lo que hace. La impresión se confirma en la Sonata de Glenn Gould (una transcripción de la propia Śmietana del original para fagot) y, sobre todo, en la Partita de Bach, una prueba de fuego de la que es muy difícil salir indemne. A pesar de huir de todo intento de remedar las maneras barrocas, la violinista polaca ofrece una versión rebosante de interés y musicalidad, sin imitar a nadie y superando con nota todos los escollos técnicos. Kremer ha debido de contagiarle su amor por Arvo Pärt, cuyo ya clásico Spiegel im Spiegel cierra brillante y pausadamente un disco de repertorio un tanto caótico, pero interpretación impecable e irresistible. Atentos a este nombre: Alicja Śmietana.

L.G.