LAS PASIONES HUMANAS

Nos encontramos ante la grabación más personal de la soprano francesa Sabine Devieilhe, en donde la propia intérprete ha escogido las piezas contenidas en este magnífico registro. Junto a su inseparable Raphaël Pichon, pareja musical y sentimental, y al soberbio conjunto instrumental Pygmalion, firman uno de esos cedés realmente imperdibles para cualquier melómano.

El repertorio grabado es claramente uno de los favoritos de la solista vocal, y en sus propias palabras introductorias del CD pretende resaltar algunas de las pasiones humanas más profundas que contiene esta excepcional música, como la aflicción, el arrepentimiento, el gozo o el deseo, algo que no pretende ser ni original ni exclusivo de este trabajo. Erato ha dado total libertad a los intérpretes en su elección, puesto que sabe de antemano que el resultado sería verdaderamente excepcional. Para ello han grabado algunas de las joyas más deliciosas para soprano y orquesta que escribieran Bach y Haendel, como dos de las grandes e icónicas cantatas bachianas para soprano, Mein Herze schwimmt im Blut BWV 487 y Jauchzet Gott in allen Landen BWV 51, junto a verdaderas rarezas formidables junto a dos arias de Cleopatra de la monumental ópera Giulio Cesare in Egitto de Haendel.

El disco lo abre una de esas gemas que son verdaderas rarezas, Mein Jesu! was vor Seelenweh, una especie de Lied sacro con el único acompañamiento del formidable Thomas Dunford al archilaúd, toda una dicha de desnuda y verdadera emoción desgarradora, al que sigue la monumental cantata bachiana BWV 146, en donde ya su sinfonía nos sumerge en un torbellino emocional con ese sublime mini concierto para órgano tomado del Concierto BWV 1052 (¡vaya solista de órgano!), que permite que los afectos contenidos en las tres arias de la pieza sean transmitidos por Sabine Devieilhe de un modo magistral, asombrándonos con su bellísimo timbre y técnica vocal en una interpretación tan profunda y perfecta que hace que deseemos que Pygmalion y Pichon comiencen a registrar este repertorio bachiano, que se situaría en un lugar de honor entre las grabaciones referenciales que existen en el mercado.

Pero la calidad de la interpretación de dos de las arias más queridas de la Cleopatra haendeliana no le va a la zaga. Devieilhe firma una de las más inolvidables lecturas de Se pietà di me non senti y Piangerò la sorte mia que podamos encontrar. Su técnica prodigiosa y su belleza sonora emocionan verdaderamente al oyente. Recomendamos escuchar la primera aria aquí descrita detenidamente.  En su da capo se hallan cabriolas y virtuosismos formidables.

A todo esto debemos resaltar a la formidable orquesta que acompaña a Devieilhe, Pygmalion, que vuelve a asombrar con su perfección del sonido de sus violines, con su rico, variado y poderoso bajo continuo, así como con su capacidad asombrosa de cambiar de afecto emocionando al espectador, siendo todo ello labor de su máximo responsable, Raphaël Pichon, al que nunca me cansaré de alabar.

Simón Andueza