Piotr Anderszewski, piano.
Warner Classics 0190295118754 (CD)
No es cosa de entrar en porqué una selección del segundo Libro del Clave bien temperado y no del primero, y porqué tal selección y no otra, ya que, como sabemos, estos Preludios y Fugas están tan entrelazados unos con otros por el lazo armónico, que sesgar algunos viene a ser como ir del desayuno a la cena sin pasar por el almuerzo. Anderszewski prepara un menú en base a su lógica emocional más que armónica y, de este modo, los 78 minutos de Bach (recibido en descarga digital para crítica) que nos ofrece el pianista polaco nos sacian el siempre insaciable apetito que tenemos por escuchar una y otra vez esta magna colección “del más grande compositor que ha dado la historia” (Sir András Schiff dixit).
Los Preludios cobran una vida expresiva muy intensa, similar a la que ya antes muchos pianistas nos habían ofrecido, cada uno a su manera, desde Fischer, Ashkenazy, Gould, Gulda o Barenboim, pasando por Hewitt, Schiff o Richter, todos enormes intérpretes, incuestionables y debatibles aquí o allá (esta Biblia tiene millones de pliegues e interpretaciones). Anderszewski se suma a este acierto, pero es en las Fugas donde encuentra un elemento de carácter, de crear sus propias historias para la música más abstracta, como ocurre en su brutal interpretación de la Fuga en re sostenido menor BWV 877. Pero estas Fugas, tan bien explicadas, no deben hacernos pensar que el Preludio es el trámite para lo que el polaco quiere contarnos, ahí está el Preludio n. 22, de una belleza y profundidad propia de los grandes del piano.
Gonzalo Pérez Chamorro