Perahia reaparece en escena con esta recopilación de los conciertos para teclado de Bach, que vieron la luz entre 2000 y 2003. En la doble faceta de pianista y director, el neoyorquino traslada su visión de esta música a ambos terrenos. El Perahia pianista es un verdadero ejemplo de buen hacer y sabiduría, recorriendo esos pentagramas con pulcritud, sin excesos, con mucha atención y buen gusto para el fraseo. El piano moderno nunca se desmadra en las dinámicas y es adaptado perfectamente al estilo. Este Bach redondo, sin aristas y sumamente agradable es el que Perahia traslada a la Academy of St. Martin in the Fields como director. La agrupación, siempre en su sitio, exhibe un sonido hecho a medida del piano, precioso y muy matizado, nunca rutinario. En lo expresivo, únicamente en los conciertos o movimientos más oscuros –como el Núm.1- echo en falta ese punto dramático que sí consiguen otras versiones –Hewitt; pero esto ya va con los gustos. De lo que no cabe duda es de que Perahia, como muestra en el Italiano, es un gran intérprete de Bach -equilibrado y a la vez muy expresivo, al modo de, por ejemplo, Schiff- y de que estos discos merecen la pena. La toma sonora es sobresaliente.