Entrega n. 44 ya de la monumental producción de la Bach Stiftung y volvemos a repetir las mismas conclusiones de antemano, lo que no deja de ser una magnífica señal: mientras otros intérpretes buscan la gloria personal a través de lecturas afectadas y efectistas, el tándem Fundación-Lutz juega en la liga de la autenticidad, entregados en cuerpo y alma a la revelación de la experiencia bachiana, trabajando desde el respeto reverencial a la música del Kantor, construyendo lecturas con un equilibrio perfecto entre sobriedad, luz, drama e intensidad. Un Bach en el que creer (siempre) y un Bach que nos suena muy verdadero. Mantener esa intensidad de criterio a lo largo de tantas grabaciones tiene mérito titánico, a mi humilde entender.

Las tres obras del CD son fruto de su trabajo en Leipzig, mostrando ese Bach esplendoroso que tanto nos gusta, absoluto dominador del género de la cantata y sus recursos. Una BWV 14 que arranca con cierta inestabilidad cromática y tonal, perfecta para ilustrar la incertidumbre del texto, pero que después nos regala la espectacularidad a la brandemburguesa del corno da caccia o los diálogos de oboes para sentir la divinidad de Bach. O la también divina apertura alla breve de la BWV 144 y el conocido coral “Was Gott tut, das ist wohlgetan”, al que Bach saca un lustre más homofónico que su colega Pachelbel. Y la grandeza del coral final de la BWV 72, evidenciando la absoluta perfección de su escritura. Es Bach, siempre Bach.

Álvaro de Dios