Gaechinger Cantorey / Hans-Christoph Rademann.
Hänssler HC23026-27 (2+2 CD)
AUTENTICIDAD
La Bachakademie de Stuttgart, con Gaechinger Cantorey y Hans Cristoph Rademann a los mandos, desarrolla el interesantísimo proyecto Vision, del que ya hemos reseñado el primer volumen y ahora es el turno del segundo y tercero en la misma entrega.
En principio, y como aficionados incondicionales de todo lo que aparezca firmado por J.S., prácticamente festejamos el alumbramiento de cualquier grabación y aplaudimos particularmente las tendencias revisionistas del mercado con las Cantatas de Bach. Seguro que hay cientos de grabaciones diferentes desde hace décadas, lo que complica a las nuevas la aportación de rasgos diferenciadores o incrementos de calidad que justifiquen su elección. Pero estos rasgos van llegando por la vía de la seriedad y el rigor que adornan la mayoría de las lecturas modernas: la formación general de los músicos y los directores es mayor y más especializada, el dominio de las particularidades de los instrumentos de época es más alto y el desarrollo y apoyo del sector musicológico aportan un conocimiento global de la música, todo lo cual redunda en una mayor calidad de lo que se hace y sí, construye una mayor autenticidad, hasta el punto de que nos aventuramos a afirmar que las lecturas actuales de Bach son mejores y “más Bach” que las de hace décadas (con el debido respeto y los pertinentes matices, que aquí no caben).
De modo que lo celebramos con entusiasmo, porque la experiencia de escuchar estas grabaciones se antoja más plena que muchas de las antiguas, no daremos nombres.
Así, la sensación general que transmite este proyecto es de autenticidad, impresión corroborada por el propio Rademann en la reciente entrevista que pudieron leer en el número de julio. Rademann es consciente de que sus grabaciones no serían posibles sin la implicación máxima de todo su equipo, sin que todos sus músicos crean en lo que hacen casi como si fuera una religión: desde la adquisición y dominio de instrumentos muy específicos, hasta el conocimiento global y profundo de la obra (los textos y la importancia de las distintas partes), todo lo cual conforma un bloque sonoro sólido, sin fisuras y contundente.
Los esfuerzos se centran en la grabación de las Cantatas que escribió Bach en su primer año en Leipzig, pudiendo imaginar perfectamente al maestro justificando su contrato con un apoteósico Lobe den Herrn, meine seele (por ejemplo) nada más llegar a la ciudad, estableciendo “el orden definitivo de las cosas”.
De momento abordan sólo el primer año, por considerar Rademann que estas Cantatas comparten características estilísticas comunes, pero como los resultados están siendo magníficos, se contempla ampliar el proyecto a los años siguientes si las odiosas restricciones presupuestarias lo permiten. Visto cómo suena lo grabado hasta la fecha, estamos deseosos de más, porque Bach bleibet meine Freude: dennos más “experiencia Bach”, la fuente inagotable de gozo para el ser humano.
Álvaro de Dios