El sello Ondine continúa con su admirable apuesta por las creadoras de la Historia de la Música ofreciéndonos un segundo monográfico de Grazina Bacewicz. El álbum comienza con su Obertura (1943), un inicio majestuoso, enérgico y temperamental que rompe con aquellas falacias que todavía pululan sobre la inexistencia o baja calidad de las obras de gran formato de las compositoras.

Para esta entrega han confiado, una vez más, en las manos de Peter Jablonski, quien ya nos había deleitado previamente con el sello discográfico finlandés interpretando la música para piano de esta creadora. Su admirable técnica, en estrecha unión con la confianza que goza del repertorio de Bacewicz, nos sumerge en el Concierto para piano (1949). Aunque sus tres movimientos resultan magníficos y deben ser un espectáculo en directo, es el Molto allegro el que deja sin aliento a quien lo escucha.

El Concierto para dos pianos y orquesta (1966) es una obra que refleja el profundo conocimiento que la autora tenía del instrumento. Con la intervención de la galardonada pianista Elisabeth Brauss, los dos solistas dialogan y se oponen indistintamente, sin perder nunca el sentido narrativo y vanguardista. Finalmente, Música para cuerdas, trompetas y percusión (1958) resulta un claro homenaje a Música para cuerdas, percusión y celesta de Bartok. A veces estimulante, a veces perturbadora, a veces dramática. Se evaporan rápidamente las ideas, pero siempre dándonos lugar a su disfrute.

Sakira Ventura