La soprano Marina Rebeka es sin duda una de las voces más interesantes que el panorama actual nos ofrece, y su afinidad con el repertorio del de Pesaro quedó patente desde sus inicios, con unas sorprendentes Madama Cortese y Condesa de Folleville de la Accademia del ROF que le valieron para debutar como Anna Erisso un año después en el mismo festival. Desde entonces, sus mimbres han madurado y este es sin duda el momento ideal para presentar un abanico de heroínas que, desde la atormentada Desdemona de delicado fraseo a la imponente Semiramide, pasando por una decidida Matilde (todo un acierto incluir las dos escenas) o la expresiva y explosiva Armida nos hacen desear que el disco fuera doble, para incluir el lamento de Amenaide, la escena de Fiorilla o la entrada de Adèle.

El cuidado legato, la seguridad del registro agudo y la capacidad para sortear los escollos pirotécnicos más peligrosos la hacen merecedora de todas las estrellas de esta reseña. La acompañan además jóvenes promesas como el tenor ligero Levy Sekgapane y cuenta con la pericia de Marco Armiliato, que dirige una brillante orquesta de la Radio de Baviera. Siempre es una excelente noticia que se grabe Rossini serio, y más si es con este resultado. 

Pedro Coco Jiménez