Laurent Petitgirard, compositor francés conocido especialmente por sus bandas sonoras para el cine y sus óperas, nos ofrece aquí, bajo su propia versión al frente de la orquesta, tres piezas orquestales tumultuosamente expresionistas, notables por su colorida orquestación y alta energía, sentido inventivo y poco convencional de desarrollo musical, y ofrecen una confirmación adicional de la habilidad del compositor como dramaturgo musical. Acompaña un más que notable Concierto para Saxofón Alto y Orquesta, subtitulado “États d’ame”.

Todas las obras demuestran el dominio del compositor de manipular la tensión dramática. Petitgirard se muestra como un ecléctico musical y utiliza una variedad de técnicas contemporáneas. Compositores franceses del siglo XX como Poulenc y Messiaen se encuentran entre las influencias más obvias, y su estilo es esencialmente lírico. Asimismo se muestra como un maestro de la orquestación y la partitura está llena de sonoridades mágicas y misteriosas, con una música hábil, atractiva y a menudo llamativa. El mismo compositor dirige a la Orquesta Sinfónica Húngara de Budapest y en actuaciones seguras y firme. Michel Supéra se muestra en todo su esplendor de saxofonista polifacético. Formado en el Conservatorio Nacional de París, donde obtuvo los máximos honores, está interesado en todos los tipos de música, y aquí se muestra con una firmeza total de expresividad. El sonido de Naxos es limpio, detallado y bien equilibrado.

Luis Suárez