Veintiséis años después de su primera obra, el genial compositor Francisco Asenjo Barbieri estrenó en el Teatro de la Comedia de Madrid esta zarzuela en un acto que menos de una década después dejó de aparecer en los carteles; hasta su recuperación en octubre del año pasado por parte de la compañía La soubrette.

De eclécticos proyectos, la directora artística de dicho conjunto, la cantante y musicóloga Sara B. Viñas, ha decidido embarcarse ahora en una breve zarzuela de género chico con reminiscencias de Pigmalión, aquí castizo, que aumenta la oferta de rarezas de nuestro repertorio patrio en CD.

Se han grabado modestamente y con ilusión (con la implicada colaboración pianística de Carlos Martínez de Ibarreta), no solo los números musicales, sino también las partes habladas, y esto permite al curioso aficionado una inmersión más realista en la trama desde su sillón. Se trata un inspirado y ligero Barbieri al que responden con empeño la misma Sara B. Viñas como Delfina o como Porfirio el conocedor de este repertorio Jesús Lumbreras.

Completan el reparto una cómica Nicasia en la voz de la actriz Mar Pérez Cano y el tenor ligero, carismático Quintín, Benjamín Zafra.

A esta recuperación le sigue en la temporada actual otro proyecto de La soubrette: una nueva pieza de Barbieri, Los carboneros, con el mismo equipo y quizás también con repercusión discográfica.

Pedro Coco