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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica  / La música como herramienta social en África - por José M. Morate Moyano

Valladolid - 16/04/2023

El Programa 13 del Abono de la OSCyL en su sede, nos trajo otro estreno absoluto encargo de la propia Orquesta, junto con las Sinfónicas de Bilbao y Región de Murcia, para el que se contó con el Ensemble de Metales "Brass for África", 6 jóvenes músicos de Uganda: T. Mwolese y C. Mugisha, trompetas; M. Sekiranda, trombón; A. Mukama, bombardino tenor; S. Nabakooza, tuba e I. Kibuuka, percusión, como solista invitado, dirigido por Guy Barker (Chiswick, U.K., 1957).

Incluídos en el proyecto "Brass for África", promueven la integración social de jóvenes marginados a través del estudio y práctica musical; con ese fin invitaron al compositor Alan Fernie (Newtongrange, U.K., 1960) como residente en su campus, y de esa colaboración surgió Kisoboka (Todo es posible), concerto grosso para Ensemble de metales africano y orquesta, que respondiendo así  al encargo.

Del Programa completo se ocupó el Titular de la OSCyL, Thierry Fischer. La obra describe en 5 movimientos la realidad vital de la juventud del África Subsahariana y su transformación a una vida mejor. Es concerto grosso por remedar al Barroco donde orquesta  y solista se alternan o caminan juntos. Así Dawn (Amanecer), describe el alborear libre de la naturaleza luminosa, mientras en los barrios muere la noche peligrosa, depravada y triste, que la luz nueva quiere cambiar. La Parada, contempla el atractivo desfile de una banda de música, que atrae a niños por sus colores y sonido y los mueve a sobrevivir y a recoger donativos para el sustento o pagar su escuela. Desolación, muestra jóvenes que llegan dejando orfanatos, refugios de guerra, correccionales, el sida, abandono, intentando ganarse un nuevo día. The Awakening (El despertador), donde el estudio de instrumentos y teoría musical y convivencia con compañeros, es una poderosa palanca para despertar ilusiones; son el sueño, la esperanza y el nuevo día. La celebración, la fiesta por vislumbrar un futuro mejor, con la Música como Arte pero también importante medio para generar el Bien.

Todo hecho con precisión, gusto, solvencia en los solistas, mucho ritmo y contagiosa alegría, gracias al buen hacer de Thierry Fischer, del concertino Pavaci y la entrega de todos los músicos, que se ganaron al completo Auditorio, que disfrutó de la variada y correcta escritura de este Todo es posible, grito final común, al que la Sala respondió con auténtico entusiasmo, generando múltiples salidas y mostrando la satisfacción del Ensemble por su trabajo.

Fischer y su OSCyL nos brindaron de entrada otra novedad: La sobra de Etiopía en América (1932), poema sinfónico de exuberante orquestación, finura en lo melódico y riqueza armónica, de Florence Beatrice Price (Little Rock, 1887-Chicago, 1953), que en 3 movimientos: Introducción-Allegretto, Andante, Allegro, describe la llegada del primer esclavo negro a América; su resignación y su Fe; y su adaptación, fusión entre sus costumbres y las nuevas adquiridas, cerrando con una vorágine de ritmo y baile brillantes.

Premiada en el Concurso Redman Wanamaker en ese año, estuvo olvidada hasta 2015 por ser de compositora, hasta que el Andante, una belleza lírica en que se lucen particularmente oboe-flautas-fagot y el clarinete a solo, fue recuperado por la Orquesta de la Universidad de Arkansas y en 2023 ganó un Grammy la grabación de la Sociedad de Jóvenes de Nueva York. La experiencia americana de Fischer construyó una versión vital y ajustada que puso en mérito la partitura y la importancia de Dvorák, cuya sombra es notoria en el Allegrtto, en la música de USA, poniendo en valor las suyas autóctonas y su posibilidad de uso en el campo de la Clásica convenientemente tratadas. Por la lógica de este discurrir, el concierto se cerró con la Sinfonía nº 9 en Mi m., Op. 95, (1893) "Del nuevo mundo", del checo.

8ª vez para la OSCyL en sus 31 años, con 6 Directores anteriores y más que conocida por el público. Pues aun así y en muchos aspectos, sonó a diferente. Fischer la expuso muy a la americana, cambiando articulaciones, dinámicas extremas pero lógicas, con una agógica fiel y exacta y, sobre todo, con una tensión y una energía bajo control que fue bárbara en los movimientos extremos, una expresión emotiva en el Largo y un ritmo muy vivo en el Scherzo, redondeando una versión soberbia donde la cuerda estuvo soberbia, las maderas plenas, los metales nobles, la percusión exacta y el corno brillante y atento al Director, que estuvo entregado y preciso. Ni que decir tiene que, siendo así las cosas, el público reaccionó entusiasmado y generoso en ovaciones bien ganadas. Nuevo éxito.

José M. Morate Moyano

 

Ensemble de Metales "Brass for África"

Sinfónica de Castilla y León / Thierry Fischer.

Obras: Florence B. Price, Guy Barker-Alan Fernie y Antonín Dvorák

Sala sinfónica "Jesús López Cobos" del CCMD de Valladolid

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