Köthen, Nápoles, Barcelona. Estas tres ciudades forman parte del relato musical que Guillermo Turina nos ofreció en este concierto. J. S. Bach, Francesco Supriani y Pau Casals, los protagonistas de la historia.
Escribe Guillermo Turina en 2014: “Descubrir la música de Supriani ha sido tremendamente importante para mí por muchos motivos. Por un lado, me siento identificado con la que fue su vida musical, puesto que yo también he iniciado mi vida laboral como músico en Barcelona, tal como hizo él hace 306 años. Por otro lado, conocer su obra y su música además me ha servido como primer paso hacia la investigación que es y será objeto de mi tesis doctoral durante los próximos años: El violoncello en España en el siglo xviii. El primer documento español en que encontramos el término italiano “violoncello” (en lugar de otros genéricos como “violón”, “violone” o “baxo”) es el propio legajo en el que aparece reflejada la contratación de Supriani para la Capilla Real de Barcelona. Además, desde que encontré sus 12 toccatas no he dejado de tocar su música.”
Continúa el relato: Es paseando por Barcelona en 1889 cuando un joven violonchelista de 13 años encuentra en una librería las partituras de las Suites para violoncello solo de J. S. Bach, hasta entonces apenas conocidas ni interpretadas en concierto. Años más tarde, Pau Casals recorrerá el mundo dando a conocer esta maravilla compuesta por Bach en Köthen: El 6 de noviembre [de 1717], el otrora maestro de capilla y organista Bach fue encarcelado en el Juzgado de la Corte por forzar demasiado obstinadamente el asunto de su renuncia y finalmente fue puesto en libertad de su arresto el 2 de diciembre con una notificación desfavorable de su despido. Es al salir de la cárcel cuando compone estas suites.
Entre estas explicaciones Guillermo Turina interpretó dos suites de Bach y dos de Supriani con la misma actitud con la que nos cuenta de palabra las historias. Su instrumento es el vehículo en el que viaja por los caminos de las partituras encontrándose con las músicas y sus autores. Su experiencia íntima la ofrece generosamente en concierto. Él toca como el que recita, y las complejas ecuaciones de la música se escuchan con claridad, se comprenden desde el lenguaje y la emoción.
Coherencia en el relato, que es un reflejo de su trayectoria profesional. Músico y musicólogo, estudioso, versátil. En todo momento muestra su admiración por los tres músicos de su historia: Bach, Supriani, Casals, e intenta que sean ellos los protagonistas, pero cuando Guillermo Turina tañe su violoncello, es él el que nos conmueve, con naturalidad y modestia, actitud que nos fascina y que hace imposible no admirarle. Gracias.
Sol Bordas
Guillermo Turina, violonchelo barroco.
Madrid. Iglesia Evangélica Alemana.
Entornos con Bach. Obras de Johann Sebastian Bach y Francesco Supriani.
22 de junio de 2019
Ciclo Soledades de El canto de Polifemo.