El cuarto título de la 59 temporada de los Amigos Canarios de la Ópera, Lucia di Lammermoor, estuvo marcado por el debut en el papel de Edgardo de Xabier Anduaga. En uno de los roles para tenor paradigmáticos del belcanto italiano, el joven tenor vasco arrasó por su exhibición de facultades canoras e interpretativas. Con una voz de tenor lírico-ligero de hermosísima pasta, admirablemente colocada, que corría cómodamente y resultaba audible en cualquier momento y tesitura, trátese de arias, dúos, o conjuntos, como el famoso sexteto del segundo acto, exhibió una línea de canto impecable, arropada por una interpretación arrolladora, dentro del más puro belcantismo, que culminó en una escena final “Tombe degli avi miei” y su cabaletta “Tu che a dio spiegasti l’alli”, con sus arduas frases en el registro agudo, para no olvidar.
Jessica Pratt, en el rol titular, dejó constancia de su absoluto conocimiento del personaje, al que dota de una admirable veracidad en su conjunción actoral y canora, apoyada en una técnica de canto muy segura, que le permitió controlar una materia vocal que se resistía a sonar con redondez y plenitud de armónicos, evidente en su aria de salida “Regnava nel silenzio”, que la australiana fue domando a lo largo de los dos primeros actos, incluyendo algún agudo destemplado, para culminar en una escena de la locura modélica, cantada casi íntegramente en un hilo de voz, con frases interminables en pianissimo, que llevaron al público al delirio, al que Pratt respondió con el alarde y la generosidad de bisar el amplio pasaje de coloratura con la flauta solista.
Young Yun Park, como Enrico, que asumía por primera vez, fue otro de los puntales de la función, dotando al personaje de su carácter siniestro y vengativo, gracias a una voz y un físico monumentales, que el cantante supo matizar en delicados filados y pasajes a media voz.
Mirco Palazzi fue un Raimondo disciplinado, algo superado por su personaje, pues su agradecida voz de bajo muy lírico resultó limitada en volumen y contundencia en el grave. Cumplidores Gabriel Álvarez, Rosa Pérez y David Barrera como Normano, Alisa y Arturo, destacando la agradable sonoridad tenoril de este último. Ajustado el coro del Festival de Ópera, pese a una primera escena insegura de la sección masculina.
Excelente la dirección musical de Lorenzo Passerini, flexible en el tempo y las dinámicas para permitir a sus cantantes libertad en el rubato y abundantes matices de volumen y color, sin quedar oscurecidos por una Filarmónica de Gran Canaria delicada en las texturas, frecuentemente camerísticas, y variada en la paleta de colores.
Sugerente y pegada a la acción la dirección de escena de Bruno Berger-Gorski, especialmente agradecido el baile del coro durante la boda del segundo acto. La escenografía de Carmen Castañón, hábil en la recreación de una Escocia romántica y brumosa, incluyó pinceladas amenazantes en la tormenta al inicio del tercer acto. Por último, alabar la decisión de ofrecer un único entreacto al unir primer y segundo acto, lo que evitó prolongar innecesariamente la función.
Juan Francisco Román Rodríguez
Jessica Pratt, Xabier Anduaga, Young Yun Park, Mirco Palazzi, Gabriel Álvarez, Rosa Pérez, David Barrera.
Coro del Festival de Ópera / Olga Santana.
Orquesta Filarmónica de Gran Canaria / Lorenzo Passerini.
Escena: Bruno Berger-Gorski.
Lucia di Lammermoor, de Gaetano Donizetti.
Teatro Pérez Galdós, Las Palmas de Gran Canaria.
Foto: Jessica Pratt y Xabier Anduaga, una pareja de lujo para esta Lucia di Lammermoor en el Teatro Pérez Galdós / © Nacho Gonzalez