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Crítica / Voces luminosas barrocas en tiempo de penitencia - por Jerónimo Marín

Madrid - 10/03/2021

Tiempo de Cuaresma, tiempo de penitencia. Es Domenica III Quadragesima y prosigue el ciclo Universo Barroco del CNDM, con un mes de marzo cargado de interesantes conciertos en toda la península. Son tiempos complicados que hacen una tarea de titanes la continuidad de la programación por las cambiantes normas de actuación frente a la pandemia en cuanto a horarios a lo que se suma la casi imposibilidad de contar con británicos para los conciertos (el Brexit está abocando a muchos de ellos al cambio de oficio). Con estos pensamientos me acomodo en la sala grande del Auditorio Nacional, aun contando con numeroso público, menos de lo esperable ante el concierto del grupo de moda en la música barroca: Vox Luminis acompañado del Freiburger Barockconsort bajo la dirección de Lionel Meunier.

El programa es un prodigio de refinamiento en su intención: música barroca alemana -permítanme que a Agostino Steffano lo ubique allí en cuanto que llegó a Munich con trece años y por aquellos lares permaneció-, música religiosa de expresividad contenida, luterana en el sentido de ausencia de ornamentos innecesarios, y técnicamente, música escrita a cinco partes, esto es, si lo frecuente es a cuatro partes como en el caso de un cuarteto de cuerda, o un coro de voces mixtas, el añadido de la quinta voz añade un extra de densidad en la textura polifónica (a fuer de ser preciso, Agostino Steffani escribe sus partes corales a seis voces).

Vox Luminis es un soberbio grupo coral al que no le faltan ninguna de las cualidades sobresalientes que se deben tener: empaste, y sirva como ejemplo el número de entrada del Stabat Mater de Agostini donde las cuatro sopranos, situadas dos enfrente de las otras dos a veinte metros, sonaron como una única voz, afinación, expresividad en el fraseo, clarificación de texturas en cada uno de los pasajes polifónicos, y como colofón, cualquiera de las voces puede actuar como solista sin demérito. Tres fueron las obras interpretadas: el concierto sacro Herr, nun lässest du deinen Diener in Frieden fahren de Christoph Bernhard (1628-1692), donde es claramente visible el modo de hacer de su maestro Heinrich Schütz, el Requiem en Fa menor de Franz von Biber (1644-1704), escrito justamente en el año del fallecimiento de Bernhard, y que es probablemente su obra más conocida, y como cierre el Stabat Mater de Agostino Steffani (1654-1728), autor de vida fascinante que combinaba la composición y la diplomacia como enviado del papa Inocencio XI, pues fue ordenado sacerdote en 1680.

El Stabat Mater, transido de dolor desde su inicio en Sol menor, fue escrito en los dos últimos años de su vida y atesora un saber profundo; un solo detalle: la primera intervención vocal de la soprano al inicio de la obra no se produce tras acabar la música instrumental introductoria, sino que se superpone a la subdominante de la fase cadencial, sorprendiendo a todo escuchante.

Ya hemos comentado que la interpretación fue excelente y muy bien acompañada por los miembros de la Orquesta Barroca de Friburgo que conforman el consort que acompañó a Vox Luminis. El hecho de que vengan de grabar en disco este repertorio recientemente hace suponer un fino trabajo en todos los detalles. Lionel Meunier es el director, y bajo también, más bien barítono, pues en sus partes a solo cambió varias veces a la octava superior cuando no alcanzaba las notas más graves de la escritura musical. Como director se limita a marcar las entradas y mover dulcemente el brazo, como un kapellmeister a la antigua, y no aporta en este sentido mucho (la primera vez en mi asistencia a conciertos que veo a un director marcando las cuatro partes de un calderón en un compás cuaternario). Esto no es demérito para salir del Auditorio reconfortado y agradecido, y con la sensación de haber conocido a tres autores sobresalientes con unas obras cargadas de belleza.

Jerónimo Marín

Vox Luminis. Freiburg Barockconsort. Dir: Lionel Meunier.

Herr, nun lässest du deinen Diener in Frieden fahren, de Christoph Bernhard, Requiem en Fa menor, de Franz von Biber y Stabat Mater, de Agostino Steffani.

CNDM. Auditorio Nacional, Madrid. 07-03-21

Foto: Vox Luminis & Freiburger BarockConsort / © Elvira Megías - CNDM

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