Para conmemorar los 150 años del nacimiento de Sergei Rachmaninov, la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria invitó al prestigioso director ruso Vasily Petrenko para poner en sus atriles la Sinfonía nº 3 del autor ruso.
Petrenko nos ofreció una lectura rutilante y finamente paladeada, donde la opulencia del tejido instrumental no estuvo reñida con la claridad en la conducción de los diversos temas y la alternancia entre los nutridos tutti y los delicados pasajes solistas. Impecable el primer movimiento en la exposición, desarrollo y alternancia de sus dos temas principales claramente contrastados, el primero dinámico y resuelto y el segundo melancólico asignado a los cellos, con especial cuidado a las transiciones entre ambos.
El segundo movimiento, adagio que incluye en su seno el Scherzo, fue fraseado con elegancia y distinción, destacando los múltiples solos instrumentales, impecablemente interpretados por los solistas de la Filarmónica de Gran Canaria, especialmente relevantes los asignados a la trompa. En el tercer movimiento que cierra la pieza, Petrenko acertó a plasmar la dualidad que la vertebra, tan propia de Rachmaninov, oscilando entre la extrovertida fastuosidad y la nostalgia, incluyendo inquietantes citas del Dies Irae, idea fija en la obra del autor ruso.
El programa se había iniciado, en una sintonía completamente diferente, con las Sinfonías para instrumentos de viento de Stravinski, sombría recreación de un ritual fúnebre de resonancias barrocas pasada por el tamiz stravinskiano, que Petrenko plasmó con extremada pulcritud, cuidando especialmente la claridad en los ataques. Siguió la Suite nº 2 de Antiguas arias y danzas donde un mago del color instrumental como Respighi, recrea libremente antiguas de piezas barrocas.
Especialmente resaltables la tercera pieza, una hermosísima aria de Marín Mersenne, que propició la exhibición de la sección de cuerdas y la cuarta pieza, Bergamasca de Bernardo Gianoncelli, exultante en su ritmo de danza. Todas piezas muy agradecidas para intérpretes y oyentes, que la batuta expuso delicadamente, con sutiles pinceladas de color y volúmenes exquisitamente aquilatados.
Juan Francisco Román Rodríguez
Orquesta Filarmónica de Gran Canaria / Vasily Petrenko.
Obras de Stravinski, Respighi y Rachmaninov.
Auditorio Alfredo Kraus. Las Palmas de Gran Canaria.