“Los cuentos de Hoffmann” se interpretó preservando la versión en donde la cantante estelar interpreta los personajes de los amores de Hoffmann (Olimpia, Antonia y Giulietta), amén del de Stella. La concepción de la obra, funcionando el último como epílogo moralizante (<se es grande en los amores, pero más aún en los dolores>), por tanto, son 5 actos, que acerca esta ópera al planteamiento tradicional de la ópera francesa: la tragédie lyrique barroca o, más modernamente, la grand opéra de Meyerbeer, también en cinco actos.
La escenografía conjugó la economía de practicables y carras y se basó en los telones, vídeocreación y en la técnica velazqueña de habilitar dos habitaciones o compartimentos a distintas distancias para crear los puntos de fuga y la profundidad. Los telones simularon el teatro dentro del teatro, como en los planteamientos del Renacimiento, ora nuestro Félix Lope de Vega Carpio ora el inglés isabelino Shakespeare. Al desvelarse el escenario y recogerse lateralmente, aparecían los escasos practicables laterales con lámparas que podían servir como mobiliario de una cantina o de un coliseo. En el Acto III se creó profundidad simulada con los telones, al gusto de Andrea Palladio.
La iluminación está un poquito inspirada en los teatros austro-italianos, con proyecciones hacia el espectador, para resaltar la brillantez del Acto V. Los vestuarios jugaron con los leitmotiven de los colores: los papeles principales lucían el púrpura, una probable alusión al sufrimiento. Por el contrario, los personajes de los cuentos hacían gala del blanco inmaculado en los tutús.
El estreno anduvo maravillosamente cantado e interpretado, en conjunto. En suma: una ópera de ensueño.
La sudafricana Pretty Yende es una gran artista, descomunal, pues su voz tiene un registro amplísimo y con una amplia paleta dramática. Cuando interpretó a Olympia demostró su gran habilidad para hilvanar coloraturas, propia de la soprano ligera. Al encarnar a Antonia, su acercamiento a la gama de la soprano lírico-dramática. Cuando acometió a Giulietta, la soprano lírica. Es verdad que tan sólo tiene 36 años -casi frisando los 37-, pero una voz con tal amplitud de gamas es verdaderamente extraordinaria.
El norteamericano John Osborn es un tenor lírico-spinto excelente. Progresa con mucha facilidad al registro sobreagudo, bien con portamenti bien con saltos de octava o de novena; por lo que lo considero con muchos recursos para cantar el belcantismo italiano (Rossini, Bellini, Donizetti, Mercadante, Pacini). Proyecta muy bien la voz en la máscara facial, -arte que poseía Alfredo Kraus-, y eso le permitió estar fresco toda la ópera.
El italiano Alex Espósito es un magno bajo-barítono. Quizás sea más conocido para los lectores por su papel del criado de “Don Giovanni”, Leporello (cuya cantinela <Notte e giorno faticar> parafrasea Offenbach en “Los cuentos de Hoffmann”). Pero el bergamasco tiene mucho duende al interpretar esta ópera francesa. Le asiste un buen fiato, rocoso, con una voz cercana a lo ultraterreno. Y, además, es un gran actor; el mejor en el proscenio.
La mezzosoprano irlandesa Pretty Yende posee una delicadeza exquisita, y una gama nacarada, ideal para las medias tintas con tensión a medio gas.
El resto de los cantantes secundarios y comprimarios cumplieron a piacere todas sus expectativas. Mención especial para el tenor holandés Marcel Beekman por su histriónico papel de Franz, con su cómica indumentaria y su peluca rubia, con un dorado artificial.
Gran actuación de la Orquestra de la Comunitat Valenciana y del Cor de la Generalitat Valenciana, muy compenetrados y entregados a la batuta del galo Minkowski, quien supo mantener el interés del discurso musical en todo momento.
Francisco Carlos Bueno Camejo
Palau de Les Arts Reina Sofía, Sala Principal, 23 de enero de 2021, 18 horas.
“Les contes d’Hoffmann”, ópera fantástica en 5 actos con libreto Jules Barbier y música de Jacques Offenbach.
Pretty Yende, soprano lírico-ligera (interpreta 4 papeles: Stella, Olympia, Antonia, Giulietta); Paula Murrihy, mezzosoprano (interpreta 2 papeles: La Musa y Nickalusse); John Osborn, tenor lírico (Hoffmann); Alex Espósito, bajo-barítono (interpreta 4 papeles: Lindorf, Coppélius, Miracle, Dapertutto); Tomislav Lavoie, tenor ligero (Crespel); Isaac Galán, bajo (Peter Schlémil); Marcel Beekman, tenor ligero (interpreta 4 papeles: Andrés, Cochinillo, Frantz, Pitichinaccio); Tomeu Bibiloni, barítono (interpreta 3 papeles: Hermann, Wilhelm, Capitán de los esbirros).
Dirección de escena: Johannes Erath. Escenografía: Heike Scheele. Vestuario: Gesine Völlm. Iluminación: Fabio Antoci. Vídeo: Alexander Scherpink. Dramaturgia: Anne Gerber.
Cor de la Generalitat Valenciana (director: Francesc Perales). Orquestra de la Comunitat Valenciana. Dirección musical: Mark Minkowski.
Foto © Miguel Lorenzo y Mikel Ponce - Les Arts