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Crítica / Una fiesta musical a la antigua usanza - por Luis Mazorra Incera

Madrid - 10/05/2023

La Orquesta Sinfónica y el Coro de Radio Televisión Española  homenajearon, en clima de animada expectación en el (en su) Teatro Monumental madrileño, al director de orquesta Enrique García Asensio, con un programa íntegro de música española. Un programa que reservaba su presencia en el podio, justamente, para la última obra: la destacadísima Segunda suite del ballet El sombrero de tres picos de Manuel de Falla, coronada con el broche final de aquella joya de la composición, aquella jota simbólica, exultante y reconciliadora.

Luminosa circunstancia postrera que, en buena lógica, se extendiera en dos bises; en propiedad, "un" bis (que insistía en la popular Ensalada madrileña de Don Manolito de Pablo Sorozábal que ya habíamos escuchado por otras manos) y, de seguido, una verdadera propina, fuera de programa, con la aportación paradigmática, pintiparada en proscenio de las… ¡castañuelas!

Unas castañuelas para un Gerónimo Giménez que comparecía con su entusiasta e incombustible Intermedio de Las Bodas de Luis Alonso. Todo un clásico para estas lides festivas patrias, cuyas castañuelas añadidas fueron dedicadas expresamente a Lucero Tena, presente en la platea.

Un programa que simbolizaba, así, ya sobre el mismo papel, la entrega constante de García Asensio a la buena forma y vitalidad de nuestro rico patrimonio musical. Una dedicación que, unida a la pedagógica, tuvo lugar predominante en este acto.

Un programa visto, además, desde variados prismas e intenciones, un tanto disímiles, con sus luces y sombras es verdad, pero que completaron y matizaron ad infinitum, la imposible aspiración de abarcar un repertorio, el nuestro, tan inmenso.

Un ramillete de obras defendido en sucesiva colaboración, por otros tres directores: sus alumnos Lucía Marín y Ricardo Espigares, y José Ramón Encinar.

Entre los nombres cuya música ocupó los atriles del Monumental, un Joaquín Turina enjundioso, de buenas a primeras y por partida doble en una monográfica primera parte de concierto (Danzas fantásticas y Sinfonía sevillana, nada menos), con el emblemático Falla citado, al otro extremo.

Dos firmes pilares, Turina y Falla, separados hoy por los Bretón, Vives, Sorozábal, Marco o un Boccherini adoptivo entre tanto, y, claro, el Gerónimo Giménez citado, por sorpresa (relativa).

Una fiesta para la música y para la música española en particular. Una fiesta musical, diríamos, pues, que, en el mejor sentido de esta manida expresión, a la antigua usanza.

Como obligada posdata personal, me uno por estas líneas a este festejo desde mi condición musical y pedagógica, y, en especial, en oportuno agradecimiento como su antiguo alumno que fui en el camino a la consecución del título superior de Director de orquesta en el Real Conservatorio Superior de Música (próximo a este gran Teatro, por cierto, en su misma calle Atocha), donde otrora recibiera su enseñanza.

Luis Mazorra Incera

 

Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE / Lucía Marín, Ricardo Espigares, José ramón Encinar y Enrique García Asensio.

Obras de Boccherini, Bretón, Falla, Giménez, Marco, Sorozábal, Turina y Vives.

OCRTVE. Teatro Monumental. Madrid.

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