Se presentaban en el Ciclo de Lied del CNDM / Teatro de la Zarzuela el barítono lírico André Schuen y el pianista Daniel Heide.
Schuen, 35 años, posee todo el armamento para llegar a ser un cantante de primera; su voz es bellísima, equilibrada en todos los registros, con una pasmosa facilidad para ascender al agudo, cosa infrecuente en artistas de su cuerda, a esto se añade una evidente capacidad para transmitir la diversa paleta dramática de los textos que interpreta y una envidiable presencia física. Todos los ingredientes para tener éxito en este y cualquier tiempo.
El concierto comenzó con Lieder de Schumann, primero con los nueve de los consta el Liederkreis op. 24 y otros seis más, del mismo compositor, todos con textos de Heine, con los que aprovechó la belleza y robustez de su voz para ofrecernos unas versiones cuidadas hasta el último detalle, sin embargo, a pesar de su irreprochable interpretación a niveles canoros, creo que aún le queda un corto camino que recorrer para alcanzar el nivel de profundidad estilística y dramática, del gran señor del lied de nuestros días, Christian Gerhaher, que interpretó la misma obra en este ciclo en 2017.
El programa prosiguió en su segunda parte con tres Lieder de Liszt, entre los que destacó la conmovedora interpretación de la conocidísima “O lieb, so lang du lieben kannst” (Sueño de amor) en la que desplegaron tanto Schuen como Heide una delicadeza, concentración y lirismo de muchos quilates. No hubo ni una concesión al sentimentalismo, muy al contrario, la recrearon con un aliento poético de la mejor ley.
Para concluir el concierto escuchamos los Seis monólogos de Jedermann sobre textos de la obra del mismo nombre escrita por Hugo von Hoffmannsthal y puestos en música por Frank Martin. La obra, un auto sacramental, inspirado en los Mysterienspiele alemanes, sobre todo en la Muerte de un hombre rico de Hans Sachs, fue estrenada en Berlín en 1911, pero ha logrado su enorme fama desde que lo fue en 1920 en el Festival de Salzburgo por el mismo escritor con la inestimable colaboración del genial director de escena Max Reinhardt, y donde se representa cada año, casi ininterrumpidamente, en la fachada principal de la Catedral.
Las piezas escogidas por Martín fueron el vehículo perfecto para que Schuen desplegase todas sus dotes dramáticas y canoras, brindándonos lo mejor de la velada. Son composiciones muy conectadas con el Sprechgesang (canto hablado), de muy difícil ejecución, ya que el recitado debe ser muy musical, y el canto muy recitado. Tanto Schuen como Heide supieron transmitirnos su intensidad y belleza de forma magistral. El barítono imprimió a cada una de ellas una variedad de matices propios de un gran artista en su madurez.
El concierto concluyó con una serie de propinas, primero “Hörst du den Vogel singen?” (¿Escuchas el canto del pájaro?) de Schumann, la conocida “L’ultima canzone” de Tosti, muy bien ejecutada, pero con una “Italianita” más pretendida que lograda, seguida por la sublime Standchen de Schubert, que fue un milagro de poesía, para concluir con una sosegada canción popular de los Alpes Dolomitas, región natal de barítono.
Que vuelvan pronto. Novedades de este calibre enriquecen el ciclo.
Francisco Villalba
André Schuen, Daniel Heide.
Ciclo de Lied, CNDM / Teatro de la Zarzuela (Madrid).
Foto © Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) - Ben Vine