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Crítica - Una combinación atractiva sin cuajar (Teatro Campoamor, Oviedo)

Oviedo - 26/12/2019

Nadie negará a la Ópera de Oviedo falta de imaginación a la hora de proponer una dupla operística tan atractiva como arriesgada. A un Pagliacci referencia absoluta del verismo se añadía en coherencia aplaudible el estreno en la ciudad de Eine florentinische Tragödie (Una tragedia florentina), de Alexander von Zemlinsky.

Ambas historias nos trasladan a la Italia de los celos, la pasión descontrolada y la muerte; ambas, vistas y oídas por la sociedad actual, provocan un fuerte impacto al ver el trato, la constante desconsideración y el uso de la violencia contra la mujer. Eso sí, Pagliacci sigue asombrando por su perfecta estructura dramática mientras que en la obra de Zemlinsky sobresale un buen libreto y una concesión a la concisión, al minimalismo dramático.

El problema es responder a las exigencias canoras y, en este sentido, las prestaciones de Pagliacci fueron, cuando menos, manifiestamente mejorables. Diego Torre (Canio) abusó del portamento y clareo en la zona aguda; John Lundgren (Tadeo) estuvo fuera de sitio y falto de legato en un prólogo muy difícil mientras que Katzarava ofreció una Nedda demasiado matronil, con abuso del forte. Isaac Galán (Silvio) tuvo un problema en su dúo con Nedda mientras que Noval-Moro al menos enseñó un timbre muy adecuado a su Beppe/Arlecchino.

Las cosas mejoraron mucho en la obra de Zemlinsky, sobre todo porque el gran protagonista, el Simone de John Lundgren aquí sí que se encontró en su habitat natural. Curiosamente tanto Torre como Katzarava estuvieron más fiables aunque sus particellas fueran reducidas.

Escénicamente Guy Joosten amaga pero no da. Trasladar el mismo Campoamor a su escenario es recurso muy visto pero mantenerlo en la segunda parte nos lleva al sinsentido. Lo peor fue no poder escuchar el hermoso preludio de la ópera de Zemlinsky porque se provocaron los aplausos a los protagonistas de Pagliacci, algo bastante difícil de entender. Will Humburg estuvo mucho más cómodo y colorista en la obra alemana y la orquesta le respondió con gran acierto.

Así pues, lo mejor el poder escuchar una obra que merecería hueco mucho mayor en las programaciones teatrales. Bienvenido sea Zemlinsky.

Enrique Bert

Maria Katzarava, Diego Torre, John Lundgren, Juan Noval-Moro, Isaac Galán y otros.  Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias. Dirección de escena: Guy Joosten. Dirección musical: Will Humburg.
Pagliacci, de Ruggero Leoncavallo y Eine florentinische Tragödie, de Alexander von Zemlinsky.
Teatro Campoamor, Oviedo.

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