Un programa de la Euskadiko Orkestra que en un inicio estaba planteado para mostrar el Wagner más expansivo en su formato de gran orquesta acabó siendo reorganizado por mor de la pandemia y las necesidades de evitar las multitudes también sobre el escenario en el más camerístico, complementándose con una sinfonía mozartiana que rompía el previsto monográfico del de Leipzig.
Un servidor cree que la primera parte, la wagneriana, estuvo condicionada por una dirección sin energía suficiente, la del suizo Michel Tabachnik, que aunque atento a los detalles, no acabó por mostrar en la primera obra, el Idilio de Sigfrido, color suficiente de la plantilla orquestal.
Los Wessendock-Lieder –que hace apenas tres semanas pudimos escuchar en la versión de la Sinfónica de Bilbao- fueron encarnados por la voz de la mezzosoprano israelí Rinat Shaham, que aun mostrando un color adecuado sobre todo en la franja más grave de su voz nos quedó, sin embargo, la sensación de que faltó un punto de emoción para acabar de conectar con el público.
Mejoraron las prestaciones de director y orquesta en la última obra del programa, la Sinfonía nº 35, Haffner, de Wolfgang Amadeus Mozart, donde la batuta supo encarnar la frescura y la serenidad del austríaco desde la tonalidad de Re Mayor, pudiendo alcanzar la obra mayor vuelo que en las precedentes.
Sin embargo no podemos sino afirmar que esta temporada la Sinfónica de Euskadi –supongo que ello ocurrirá con más- tendrá que hacer frente a un público más mortecino y apagado que de costumbre.
El horario del toque de queda obliga a estar pendiente del reloj y de los contínuos cambios de horarios, lo que hace cada vez más difícil asistir a un acto cultural, sea éste cual sea.
Enrique Bert
Euskadiko Orkestra
Obras de R. Wagner y W. A. Mozart
Dirección musical: Michel Tabachnik
Rinat Shaham, mezzosoprano
Teatro Principal, de Vitoria-Gasteiz