El sexto programa de abono de la OSCyL en su Auditorio tuvo un carácter especial al unirse dramaturgia y música, en propuesta del joven Director vallisoletano Roberto González-Monjas, Director principal y asesor artístico de la Dalasinfoniettan sueca, reputado concertista de Violín y en su calidad de Principal artista invitado. Utiliza a Prometeo y su mito de crear un hombre mejor, usando el fuego robado a Zeus y ayudado por las Musas y sus Artes, para dar vida al Ballet en dos actos Las criaturas de Prometeo, op. 43 de Beethoven. A tal fin y por delante de la orquesta, se situó una escena de unos 6x3 m., donde el actor medinense Alfredo Noval dio vida al mito “que 1º ve todo”, según dramaturgia y texto del abulense Carlos Martín Sañudo, que los toma a su vez de Esquilo y otros autores. Unos pocos elementos: sillón, televisor, barro, barreño, libros y lamparilla de fuego, sirven para sostener la limitada acción, basada en la dicción y la voz del monologuista.
La partitura se sirvió íntegra en primicia para la OSCyL: Obertura (lo conocido), Introducción y 16 números, en dos partes equilibradas en tiempo al intercalarse los parlamentos entre éllos. Se corta así algo la línea musical, pero es llevadero, salvo el único momento en que se superponen, justo con la orquesta sonando reposada e íntima; es corto pero dañoso. La variación de colocación cambió el acústico habitual en beneficio de la cuerda, que sonó muy compacta.
González-Monjas tiene sus ideas muy claras y así se las transmite a sus músicos; su personalidad musical es arrebatadora y atractiva a la vez, sonrisa perpetua, lo que le permite salvar problemas técnicos que aún tiene y lograr excelentes resultados. Concibe la obra no tanto como Ballet (no está la danza), sino en el “heroismo” de Prometeo en busca de su ideal de humanidad y su lucha tenaz por alcanzarlo; en esa línea pidió a la cuerda mucha articulación, lo que exigió concentración máxima para ser precisos. Tal vez coincidió con el autor, pues algunos temas los reutilizó en su Sinfonía “Heroica”, sobre todo el de la gozosa danza final en loor del mito.
Hubo bellos momentos musicales como el solo de cello y arpa con el tutti; maderas acertadas, fagot, oboe, requinto o delicado clarinete, cuidada exposición del vivace en el Nº 3, o la energía vertida en los varios “con brio” y “allegros”, con una buena planificación de las relaciones. Excesos de gesto se suavizarán con madurez y oficio, ante un futuro que se adivina esplendoroso. Lo fundamental se tiene, un músico con mucho talento y ganas de trabajar. El Auditorio coincidió, repartiendo aplausos para todos, profesores, actor, dramaturgo y Maestro, en repetidas salidas.
José Mª Morate Moyano
Orquesta Sinfónica de Castilla y León. Roberto González-Monjas.
Obra: Las criaturas de Prometeo, Beethoven.
Sala sinfónica “J. López Cobos” del CCMD de Valladolid.