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Crítica / Un retorno magistral - por Miguel Ángel Segura

Valladolid - 26/11/2022

Quince años han pasado desde que el vallisoletano Juan Carlos Fernández-Nieto se presentase por última vez en el Auditorio Miguel Delibes. Quince años que han servido para constatar la madurez artística de un pianista en auge internacional. El programa del recital, exquisitamente estructurado, empezó con la célebre chacona de Bach, transcrita para el piano por Ferrucio Busoni. Una obra tan denostada por la tendencia de tantos pianistas a demostrar su técnica tocando rápido y fuerte, que, sin embargo, se reivindicó el sábado como una obra de extraordinaria valía y más cercana al alma que a la técnica pianística de manos de Fernández-Nieto.

Fernández-Nieto supo cautivar al público desde el primer acorde, donde demostró que la técnica tan apabullante que posee solo es usada al servicio de la música, sin hacer alarde de un virtuosismo vano y vacuo. Quince minutos de chacona, y quince minutos de alma Bachiana que el vallisoletano supo trasladar al público hasta el más pequeño de los detalles, con un sonido tan refinado como inmenso, como la propia obra requiere.

Después de semejante comienzo, Fernández-Nieto nos trasladó al Beethoven más joven, en donde nos brindó una lectura magistral de la primera sonata del alemán, con una interpretación fresca e impresionante de una pieza poco tocada en público por considerarse erróneamente menor que algunas de sus archiconocidas sonatas.

A raíz de lo vivido el sábado, es necesario reivindicarla más a menudo en las salas de conciertos, pues puede ser una experiencia sensorial como la que nos brindó el vallisoletano. Fernández-Nieto se acercó a ella con una excelsa pulcritud en la articulación, un legato que parecía infinito, y una concepción estructural tan perfectamente delineada en la que nos hizo partícipes de la genialidad de Beethoven a cada nota. Especial mención merece el Adagio, de una calidez sonora y una imaginación solo al alcance de unos pocos. He aquí donde radica el verdadero virtuosismo de Fernández-Nieto; la riqueza de su paleta sonora y de recursos técnicos es capaz de conseguir que el público se concentre en la obra y no el pianista, haciendo que el discurso sonoro sea inalienable y libre de injerencias que solo distraen al oído del verdadero propósito del compositor.

A Beethoven le siguió una selección de la Suite Española op. 47 de Albéniz. La primera de las tres piezas de la noche, Granada, fue un derroche de color y ritmos, culminados por una sutileza en el fraseo que evocaban a la noche granadina. Cádiz mostró una gran riqueza imitativa en sus ritmos y en su sección central, donde el cantabile era patente en cada nota. Y en Aragón, Fernández-Nieto nos regaló una jota aragonesa de una elegancia supina, en donde su cristalina articulación nos llevó por paisajes solo imaginados en lo más profundo de la mente del compositor para mostrar el carácter tan afable de una danza tan honesta como complicada técnicamente que el vallisoletano solventó con una seguridad pasmosa.

Como colofón a la velada, Fernández-Nieto nos regaló una emocionante versión de la segunda sonata de Rachmaninov, en donde ni siquiera los pasajes más comprometidos le pusieron en apuros. Una versión impecable, en donde el único momento extraño se vivió a raíz de un móvil que no paraba de sonar incesantemente en la parte más íntima de la sonata, y por la que el vallisoletano se vio obligado a parar hasta que el sonido del móvil desapareció. Una versión impecable, no solo en técnica si no en lirismo y dramatismo. La gran línea rusa que no cesa en su longitud y en su expansividad emocional quedó patente desde la primera nota, donde parecía no acabarse nunca, y donde Fernández-Nieto supo mantener el concepto musical en una escritura endiablada sin necesidad de hacer concesiones a un exhibicionismo gratuito. Un equilibrio extraordinario entre la técnica más depurada y el lirismo más sobrecogedor que confirman la excelencia de este gran músico.

A la vista de lo vivdo el sábado, no es de extrañar que Fernández-Nieto esté cosechando éxitos en todo el mundo y haya sido nominado a los premios ICMA. Solo deseamos no tener que volver a esperar tanto tiempo para escucharlo de nuevo. Lo del sábado fue un gran retorno, un retorno magistral.

Miguel Ángel Segura

 

Juan Carlos Fernández-Nieto, piano

Centro Cultural Miguel Delibes, Valladolid (12 noviembre 2022)

Obras

Bach-Busoni: Chaconne en Re menor BWV1004

L. van Beethoven: Sonata en Fa menor op.2 no. 1

I. Albéniz: Suite Española op. 47 (selección)

S. Rachmaninov: Sonata no. 2 en si b menor op. 36

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