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Crítica / Un programa poco corriente - por Luis Mazorra Incera

Madrid - 31/01/2023

La Fanfarria para el hombre corriente de Aaron Copland funciona siempre como eficaz exordio allí donde se emplaza. Más aún si se trata del programa (con carácter extraordinario, dentro del ciclo Satélites) de un nutrido y bien pertrechado conjunto de metales y percusión: el correspondiente de la Orquesta Nacional de España (la ONE). Un elenco que ofreciera un variado y gustosamente servido programa en la sala sinfónica del Auditorio Nacional de Música, bajo la dirección y mayor gloria solista de Christian Lindberg.

Célebre que no corriente, como recuerda este titular, Fanfarria de Copland, dirigida con gesto enérgico por Lindberg, que diera paso a un Benjamin Britten de mayor peso. Su Funeral ruso extendió, de alguna manera, aquella conocida propuesta, con una estructura amplia y ambiciosa, centrada más en lo formal, y una, también, aparente simplicidad de gestos melódicos, diatónicos o paródicos.

Un arranque asertivo en dos partes, pues, para la más popular Una noche en la ópera de Anders Högstedt en arreglo de Brian Bindner, con Lindberg ya en tareas de solista.

Un poutpourri de temas de ópera que hizo las delicias de un respetable ya entregado. Una pieza dispuesta con maña por su autor, Högstedt, que parece tener cierta debilidad por la intensidad puccininiana, a tenor de la proporción que ocupará la obra de este último, en la estricta selección de hitos señeros del género.

La segunda parte ofrecía otros elementos más destacados. Gunter Schuller planteó en su Sinfonía para este dinámico conjunto, un brillante discurso de carácter idiomático. Mayor aprovechamiento del lenguaje en vertiginosa concertación, que se echaba en falta en los episodios anteriores, más populares.

Pensemos, por ejemplo, en su complejo y entrelazado segundo moviendo Vivace. O en el espléndido final Quasi cadenza – Allegro – Poco meno, no sin antes asentarse en un relativo respiro de mano de una trompetería con sordina, "lento y desolado" como cita su indicación.

Una pieza de sólido formato que respondía, así, a las expectativas creadas por tal elenco.

Para finalizar en punta,  del incombustible George Gershwin, su fílmico Un americano en París, en, también, arreglo de Michael Allen.

Eficaz remate al otro lado de aquel exordio de Copland, que se continuó de un bis que correspondía la efusividad del público asistente.

Luis Mazorra Incera

 

Conjunto de metales y percusión de la ONE.

Christian Lindberg, director y solista de trombón.

Obras de Britten, Copland, Gershwin (arr. Allen), Högstedt (arr. Bindner) y Schuller.

OCNE-Satélites. Auditorio Nacional de Música. Madrid.

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