La gala de homenaje que todos los años ofrece la Fundación Auditorio Alfredo Kraus-Teatro Pérez Galdós, tuvo este año varias particularidades.
Por un lado, estuvo en su mayor parte dedicada a la zarzuela, complementada por Rossini y Bizet.
De otro, se recurrió a dos voces graves españolas de reconocido prestigio internacional que, o bien fueron alumnos de Kraus, caso del bajo-baritono menorquín Simón Orfila, o tuvieron una relación cercana con él, como la mezzo grancanaria Nancy Herrera que participó en una de las primeras ediciones del Concurso Alfredo Kraus en vida del maestro, acompañados ambos por la Filarmónica de Gran Canaria y su titular Karel Mark Chichon.
Simón Orfila con el paso de los años ha consolidado una voz de bajo-barítono, que ha evolucionado hacia el registro de bajo sin perder agudos ni la flexibilidad necesaria para afrontar papeles rossinianos de bajo bufo, como “La calumnia” del Barbero o el duetto “Oh que musso” de L’Italiana in Algeri, del que junto a Herrera hizo una caracterización desternillante.
Ese desarrollo vocal le permitió lucirse en las emblemáticas romanzas para bajo “Despierta negro” de La tabernera del puerto de Sorozabal y “Cual rayo que aniquila” de María del Pilar de Giménez, donde ofreció densidad vocal, graves bien asentados y un registro agudo brillante y firmemente proyectado.
La aparición esporádica del vibrato en algunas notas mantenidas en forte no empañan una excelente prestación culminada con una Canción del toreador de la Carmen de Bizet, vocal e interpretativamente impecable.
Nancy Herrera ha vuelto a demostrar encontrarse en un momento de total madurez, tanto vocal, con una voz de homogénea en toda la gama del grave al agudo, de timbre sedoso y muy personal, como interpretativamente.
Su ductilidad le permitió brillar en registros tan diferenciados como la pizpireta Italiana de Rossini, la desgarrada “Cuando está tan hondo” de El barquillero de Chapí, el casticismo de “De España vengo” de Luna, con una parte central bien contrastada o la sensualidad de “La habanera” de Carmen de Bizet, uno de sus roles emblemáticos.
En el éxito de la velada fue decisiva la labor de Karel Mark Chichon. Su reconocido amor a la zarzuela se plasmó en unas interpretaciones meticulosas, alejadas de cualquier rutina, intensas en la expresión, alerta a los imprevistos de la interpretación en vivo, de un refinamiento instrumental poco habitual en el repertorio zarzuelístico, valga como ejemplo la vehemencia con que afrontó la romanza “Cuando está tan hondo” de Chapí, con unas cuerdas abrasadoras.
Juan Francisco Román Rodríguez
Nancy Fabiola Herrera, mezzo.
Simón Orfila, bajo-barítono.
Orquesta Filarmónica de Gran Canaria / Karel Mark Chichon.
Obras de Rossini, Chapí, Sorozábal, Giménez, Luna, Chueca y Bizet.
Auditorio Alfredo Kraus.
Las Palmas de Gran Canaria.
Foto: Nancy Fabiola Herrera, mezzo / © Outumuro - Fidelio Artists