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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Un gran centenario - por Genma Sánchez Mugarra

Bilbao - 16/06/2022

Augusta Holmès nació en París en 1847 y ya daba conciertos al piano con apenas cuatro años. Estudió composición en las clases particulares de Cesar Franck al no poder matricularse en el Conservatorio por ser mujer. Pianista y escritora tuvo la osadía de querer componer y por eso los compositores contemporáneos decían que tenía una cualidad absolutamente viril al hacerlo. Sus primeras obras literarias y musicales las tuvo que escribir con seudónimo masculino: Hermann Zenta. Muy admirada por Wagner.

Andrómeda es un poema sinfónico que empieza con la orquesta con una gran fuerza y Andrómeda atada, desnuda, a una roca. Perseo se enamora de ella y la libera, templando, a su vez, la música de la orquesta. Termina con una gran suavidad y delicadeza y Andrómeda convertida por Atenea en Galaxia.

En segundo lugar, escuchamos las Variaciones Sinfónicas de Cesar Franck, compositor nacido en Bélgica en 1822 y nacionalizado francés. Músico, organista y pedagogo. Su extensa obra fue un intento de unificar la música germánica (su madre era alemana y su formación también) con la francesa.

Las Variaciones se componen de dos partes: la primera con una alternancia del piano y la orquesta y predominio de los instrumentos de viento: flautas, oboes, clarinetes…, con gran autoridad. En la segunda escuchamos propiamente las variaciones con las cuerdas apaciguadas. Termina de forma brillante.

Todo ello con el maestro Joaquín Achúcarro al piano. En Bilbao no necesita presentación pues nació en esta ciudad en 1932. Con una enorme trayectoria, en Dallas creó la Fundación que lleva su nombre para ayudar a los jóvenes pianistas y la Unesco le nombró Artista por la Paz  por su gran labor. Su estilo es poco común, intenso y con una gran variedad rítmica que nos hizo disfrutar primero con la obra de Cesar Franck y, después, de regalo, con dos piezas, una de ellas el precioso y oscuro Notturno de Grieg.

Y, para terminar, una obra compuesta por Mussorgsky para piano en 1874 y que nosotras oímos en la orquestación que hizo Maurice Ravel en 1922. Existe, incluso, una versión del grupo de rock Emerson, Lake and Palmer.

Inspirada en diez pinturas y dibujos de Viktor Hartmann en forma de música programática, es decir, aquella que evoca, en este caso, imágenes. Un gran acierto del compositor y dando gran verosimilitud a la obra, intercala varias veces Promenade (paseo) simulando el recorrido por la galería.

Gran actuación del director de orquesta, Giancarlo Guerrero, puertorriqueño, con la Orquesta Sinfónica de Bilbao. Su actuación matizada, al principio, y absolutamente apasionada después. Los Cuadros los dirigió con todo el cuerpo, especialmente los hombros y, en algunos momentos, llegó incluso a bailar.

Es un fuerte impulsor de la música contemporánea estadounidense de los jóvenes compositores. Vive en un suburbio de Nashville y es mentor de músicos de diversos orígenes étnicos.

Ha sido una muy especial temporada la del centenario de la Orquesta Sinfónica de Bilbao. Es de agradecer, especialmente, la presencia de mujeres compositoras, directoras e intérpretes.

La próxima temporada 22-23 tiene el mismo timbre y color.

Genma Sánchez Mugarra

 

Orquesta Sinfónica de Bilbao

Giancarlo Guerrero, director

Joaquín Achúcarro, piano

Música de Augusta Holmès, C. Franck, Mussorsky-Ravel

Palacio Euskalduna de Bilbao

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