No es frecuente que se dedique un concierto en su integridad a Richard Strauss, y no es porque el compositor carezca de méritos para ello, sino por la enorme dificultad que supone para cualquier director de orquesta y agrupación sinfónica interpretarlo.
En esta ocasión (concierto de Ibermúsica en el Teatro Real) hemos contado con una gran agrupación, la Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks, y un estupendo director, Ivan Fischer. El programa no podía ser más atractivo; dos poemas sinfónicos, Don Juan y Así habló Zaratustra, y entre los dos esa última joya testamento que son sus cuatro últimos líeder (Frühling-Primavera / September-Septiembre / Beim Schlafengehen-Al irme a dormir / Im Abendrot-En el Ocaso).
Fischer presentó sus credenciales con un brillante Don Juan, en el que las trompas de la orquesta con las que se inicia la obra fueron una buena muestra de su impecable y poderoso sonido, haciendo frente a tan arriesgado comienzo con pasmosa seguridad, para que posteriormente, en las partes líricas encomendadas a la cuerda, brillase con delicada intensidad.
Algo similar logró Fischer con una deslumbrante lectura de Así habló Zaratustra, en la que, de nuevo, supo conjugar la opulencia orquestal con la delicadeza extrema de los momentos más íntimos, logrando un rendimiento del metal y la cuerda del más alto nivel, dominando con idéntico acierto los vibrantes fortísimos y los exquisitos pianos.
Camilla Nylund es una buena soprano y cantó con gusto Frühling y September; mejoró bastante con los dos últimos, Beim Schlafengehen e Im Abendrot. A destacar en Beim Schlafengehen la maravillosa intervención de Radoslaw Szulc en el solo de violín. Nylund sin embargo no logró el grado de intensidad y delicadeza y su legato me parece insuficiente para los que estos lieder necesitan, quedando un tanto corta en sus intervenciones.
Con todo, una velada gratificante.
Francisco Villalba
Noche de Strauss (Richard)
Ibermúsica en el Teatro Real.
Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks / Ivan Fischer
Soprano: Camilla Nylund
Foto © Astrid Ackermann