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Crítica / Übung macht den Meister - por Luis Mazorra

Madrid - 25/02/2022

Recogido con el nombre tan humilde a nuestros oídos modernos y, aún, románticos (algunos más que otros, eso sí...), de "Ejercicio para teclado" o Clavierübung, Bejamin Alard cumplió al clave con esta servera vocación titular en su cuidada interpretación de la Tercera partita del de Eisenach con que se inició su programa Bach en el ciclo Universo barroco del Centro Nacional de Difusión Musical.

Limpieza y contención siempre en tempo giusto, articulación en diversos modos y un mayor o menor legato y non legato según la pieza o danza de la suite, que alcanzó pronto el ímpetu preciso en una Corrente que, siempre en tempo giusto, enlazará luego con el resuelto tramo final: tanto la Burlesca como un aparente Scherzo, tan extraños en esta tesitura bachiana, para culminar en la, esa sí, habitual Giga.

Tres números que conformaron una unidad definitiva en la sólida interpretación de esta interesante Partita. Una versión donde se tenía la rara sensación en todo momento, de que el respeto al texto parecía desprenderse de la propia ejecución y no al revés.

Y del Primer libro Clavierübung, al Segundo conjunto de "ejercicios..." que nos llevaron a una página mucho más popular (al menos en mis tiempos mozos... que las modas en esto son muy caprichosas): el Concierto italiano.

Con cambios de teclado y registración, imposibles en las habituales versiones pianísticas, con un equilibrio dinámico natural entre las diferentes regiones de la extensión del propio clave, sin estridencias pero con el frágil poder acústico de éste, su instrumento original, la pieza goza de una frescura innata de la que bien supo sacar partido Alard.

A un Primer movimiento enérgico y tenaz, sucedió un Andante de sugerentes sonoridades de laúd en su base acompañante, sobre un flexible canto. La explosión del Presto mantuvo el porte cabal que caracterizaba esta visión, en un más vistoso entramado contrapuntístico.

Y tras el descanso, nos fuimos, (¡cómo no!) al Tercer libro homónimo, pero ahora con base en un coral litúrgico luterano: "Aus tiefer Not schrei ich zu dir" ("Desde lo hondo a Ti grito, Señor"), tocado con relativa fantasía de registros sin perder nunca aquella base de tempo.

Un breve respiro espiritual para terminar poco después, no ya con el Cuarto y último libro de "ejercicios" que quedaría hoy exento, sino con otra notable suite del Segundo de nuevo.

Once movimientos que partieron de la pompa de una Obertura en estilo francés en si menor. Obertura que enlazó con una nueva Corrente que, ya de principio, otorgó aquella dosis de energía para el resto de movimientos conformes, en simetría con la Partita inicial. Salvando la obligada propina, un remate sólido para un programa de concierto coherente.

Libros trascendentales, los Clavierübung, libros de… ¿"ejercicios…"? De ejercicios entre comillas, porque no nos engañemos que, como dice el lacónico proverbio alemán: "Übung macht den Meister". O sea, que el "ejercicio" (siempre entre comillas), que "la práctica… hace… los maestros" ¡... en Leipzig, aquí y en Lima!

Luis Mazorra Incera

 

Benjamin Alard, clave.

Obras de Bach.

CNDM - Universo barroco. Auditorio Nacional de Música. Madrid.

 

Foto © Elvira Megías

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