En el séptimo concierto de la temporada de la Orquesta Sinfónica de Navarra hubo un protagonista indiscutible, que fue la trompeta en manos y boca de Pacho Flores. La limpieza de sonido, afinación, gusto expresivo se encarnan a la perfección en Flores. El virtuoso trompetista tiene todos los atributos del intérprete indiscutible.
Comentario distinto haremos del programa, que estaba más o menos uniformado por pertenecer al periodo de los últimos cien años escasos de la América Hispana. Se comenzó con la suite orquestal Redes, de Silvestre Revueltas, obra sobre la que, sin su soporte visual (es música de cine), uno no deja de preguntarse si falta un algo que justifique la música. Más interés, a mi entender, presentaba la obra de Ginastera Estancia, otra suite orquestal que en origen iba a ser un ballet, otro componente que deja también un interrogante sobre la eficacia de la obra sin su primer motor, que debía ser visual.
El Concierto de Otoño para trompeta y orquesta, recién estrenado, de Arturo Márquez, me pareció la obra más interesante, y no sólo por la calidad del solista. La obra de Márquez, escrita en un lenguaje inteligible, tiene unos anclajes en la tradición que se presentan sin complejos: un primer movimiento expresivo, variado de registros, velocidades, como cualquiera de los grandes conciertos decimonónicos; un adagio bellísimo y un tercer movimiento de alegría y virtuosismo. En todo caso, una obra para orquesta y trompeta, en coherente conjunción, que el público aplaudió.
La obra Cantos y revueltas del mexicano trompetista, rica en timbres y ritmos, y con la presencia de Leo Rondón para el papel del cuatro (admirable su interpretación), alegró al respetable, objetivo que parece ser indiscutible para el solista. El público aplaudió intensamente este concierto que elevaba lo popular al rango clásico. Supongo que más de uno pudo echar en falta un discurso, en algunos momentos, más introspectivo, que pudiera haber dado mayor equilibrio al programa. La orquesta, por cierto, hizo un gran trabajo - y prolijo - dirigida por Hernández-Silva.
Javier Horno
Orquesta Sinfónica de Navarra, Manuel Hernández-Silva / Pacho Flores, Leo Rondón
Obras de Revueltas, Márquez, Ginasterra y Flores
Baluarte, Pamplona.