El pasado 11 de Abril se celebró en las Sala Guirau del Centro Cultural de la Villa “Fernán Gómez” un nuevo concierto del Festival de Música Antigua de Madrid. Intérpretes, el Cuarteto de Cuerda Trifolium, especialistas en música de los siglos XVII y XVIII, con obras de Almeida, Brunetti y Boccherini, en colaboración con la Vilarinyo Dance Company.
Un encuentro multidisciplinar en el que se aunaban conceptos estético-musicales del siglo XVIII con danza contemporánea, la idea de partida es buena, sugerente y atrevida. Ya conocemos la trayectoria de Trifolium, cuarteto de cuerdas con instrumentos originales, compuesto por Carlos Gallifa y Sergio Suárez, violines, Juan Mesana, viola y Javier Aguirre, violoncello. Trifolium es un conjunto sólido, con una definida proyección, bien equilibrado, con vocación de investigar y difundir el patrimonio musical de los siglos XVI al XVIII.
Abrió el programa el propio Carlos Gallifa con una amena disertación sobre la labor de mecenazgo de Carlos III y su entorno, su hermano el Infante Don Luis de Borbón, las casas de Alba, Benavente, Osuna y finalmente Carlos IV, asimismo explicó la interacción de esta música con la coreografía contemporánea planteada por David Vilariño, en la que se representa alegóricamente la construcción de un gran Palacio, en este caso el Palacio Real. Los músicos de fondo con una iluminación en claroscuro empleando para ello un ciclorama y a un lado como una escultura las hermanas Virginia Martín y Victoria Martín que fueron evolucionando a lo largo del concierto con diferentes coreografías y atrezzos, especialmente sugerente el movimiento “Largo amoroso” del cuarteto de Brunetti, en el que las dos hermanas se transforman en una especie de metamorfosis, caminando con pies y manos, en escorzo y con los cabellos apuntando al suelo, parecían unos nuevos seres, las caras se habían desdibujado de la escena, como unos animales recién salidos de la tierra.
Trifolium se mostró algo apagado en el cuarteto de Almeida, la sala no ayudaba, la disposición de los músicos no era la mas adecuada, demasiado alejados del público, demasiada penumbra lo que imposibilita un buen contacto entre unos y otros, las bailarinas movían piezas del “Palacio” de un lugar a otro de la escena por delante de ellos, lo que impedía una visión completa de las evoluciones de los instrumentistas. Esto mismo se podía haber hecho por los laterales o por detrás. Insistimos en que la idea inicial de un concierto multidisciplinar es atractiva, sin embargo hay que pulir la puesta en escena. El músico no solo es sonido, también es movimiento, expresión corporal, es necesaria una comunicación que fluya entre sus miembros y entre el público y esto quedó opacado por la escasa iluminación y por el trasiego de las bailarinas en escena.
Finalmente con Boccherini ya pudimos escuchar a un Trifolium especialmente brillante, equilibrado y con un sonido muy compacto, aquí las hermanas Martín portaban unas largas hojas de palmera sobre la cabeza, de nuevo un guiño a la construcción, al trabajo y a la gloria de una época galante.
Paulino Toribio
Cuarteto TRIFOLIUM
Carlod Gallifa, Sergio Suárez, violines
Juan Mesan, viola
Javier Aguirre, violoncello
Vilariyo Dance Company / Virginia Martín & Victoria Martín
Obras de Almeida, Brunetti y Bocherini